Siete ideas estupendas para hacer un libro informativo (y 9 libros recomendados)
En este mundo superpoblado de libros a veces resulta difícil encontrar nuevas ideas o textos sugerentes. ¡Parece que ya está todo escrito e inventado! Es una cuestión que abordamos mucho en mis talleres sobre libros informativos. Sí, está bien, a los niños les gustan los libros sobre dinosaurios pero... ¿necesitamos un libro más del montón sobre esta cuestión? ¿Valoramos justamente la originalidad -y el riesgo- de un nuevo punto de vista? ¿Nos atrevemos, como mediadores, a promover libros un poco diferentes y, tal vez, un poco más complejos? ¿Detectamos puntos de vista originales? Y, para los creadores: ¿por qué no darle una vuelta de tuerca más a un tema? ¿Buscar un nuevo ángulo? ¿Algo que a nosotros mismos nos sorprenda y estimule? En esta entrada me gustaría presentar algunas ideas encontradas en ciertos libros que me han sorprendido y encantado. Siete ideas ¡un montón, sin duda! Pero reafirman que, sí, que es posible poner en marcha la creatividad y, lo que es más importante, estimular a los lectores en sus lecturas con una mirada diferente al mundo ...
1-La aproximación
Es un poco abstracto, claro, pero significa acercarse a un tema de una manera distinta. Por ejemplo, mezclar un libro para dibujar con uno para informar. Es lo que hace el libro (y la serie) de Sachiko Umoto en la colección Illustration School. Plantas y pequeñas criaturas (Silonia editorial), donde combina de manera muy original sencillas técnicas para hacer dibujos con datos sobre plantas y pequeños animales. El libro, de una apariencia inofensiva y hasta tentadora (lo dice alguien que no sabe hacer la o con un canuto) tiene trazos delicados y tonos suaves. Una vez que se abre resulta difícil dejar de mirar, leer y juguetear con un lápiz. Las simpáticas frases con que cuenta cosas resultan un pequeño tratado natural y el conjunto refleja la delicadeza oriental que siempre hemos imaginado en Japón, de donde es la autora.
2-Temas poco explorados
Siempre lo digo: ¿te gustan las setas? ¿Tocas algún instrumento en tu tiempo libre? ¿Prefieres la cocina exótica cuando estás frente a los fogones? No tengas miedo de elegir un tema personal para enfocar tu libro como ocurre en O livro do guitarrista (Companhia das Letrinhas), con ilustraciones de Marcelo Cipis. El guitarrista Tony Bellotto, desde su propia experiencia y con un estilo muy desenfadado, repasa la historia de los grandes guitarristas para hablar de las cualidades de un buen músico, así como algunas cosas técnicas. Es un libro sin índices ni prólogos, como para leer de golpe, tal y como él comenzó a tocar: directamente con una guitarra en la mano cuando tenía diez años.
Otro libro con un tema inusual es Clap Zoom, de Sandrine Le Guen, con ilustraciones de Cholé Perarnau (Actes Sud). Sí, ¿por qué no contar a los niños qué es hacer cine? Un pequeño relato que apenas ocupa la mitad del libro da paso a unas páginas muy interesantes sobre la historia del cine, los trucos que utilizan, algunas películas fundamentales, y propone muchas actividades para crear una pequeña película. Interesante es cómo presenta la cantidad de personas inmiscuidas en la creación y difusión de una película. Este libro está realizado dentro del proyecto Ateliers Villette, del Parc Villete donde quieren sensibilizar sobre temas relacionados con el arte y la naturaleza. Otros títulos tratan sobre arquitectura, fotografía o el circo.
3-Re-visita el pasado
¿Qué mejor que darse una vuelta por el pasado para contarlo a los niños de hoy? El pasado está lleno de anécdotas, curiosidades, cosas que en la actualidad parecen extravagantes así y asuntos que intrigarán al más listo. La editora Bárbara Soalheiro, de la revisa Superinteresante, escribió un artículo para la revista Aventuras na História y la investigación le llevó a escribir un exitoso libro Como fazíamos sem... que recibió en 2007 el premio Jabuti. ¿Cómo hacíamos sin el agua corriente, sin el correo, sin internet, sin televisión o sin ascensor? 34 cosas que hoy nos parecen imprescindibles muestran en este libro una sociedad organizada de otra manera: sin váter, sin anestesia o cepillo de dientes, pero también sin divorcio o escuelas. El libro, ilustrado por Negreiros, es como una máquina del tiempo que lleva a sus lectores a un mundo que parece sacado de varias novelas. Llevarles a esa, como dice su autora, deliciosa cultura inútil...
Desde otra perspectiva, el pasado es visitado en el libro Amo el lugar donde vivo (Buenos Aires) de la joven editorial argentina Moebius. Los editores cuentan en el prólogo que la revista Chikismiqui, editada por ellos, tenía una sección donde invitaban a escritores extranjeros a contar algo de su ciudad mientras un ilustrador local hacía un dibujo imaginándolo. Tomando esta idea y la ciudad de Buenos Aires, han propuesto a 22 talentosas ilustradoras a elegir su lugar favorito en la ciudad, contar algo de él y hacer un dibujo. El resultado es una imaginativa guía de la ciudad, unos pedacitos casi secretos a los que dan ganas de ir a dar una vuelta. No importa si es un local de pizza o un trozo de jardín en medio de un parque: el recorrido es emocional y personal.
4-Viaja al futuro
¿Por qué no compartir con los niños las grandes preguntas que están hoy en día en discusión? ¿A dónde vamos? ¿Qué problemas habrá que resolver hoy para no aumentarlos en el futuro? ¿Qué será de la ciencia? ¿Cómo nos vemos hoy? Eso es lo que explora el libro que coordinan Maia Fernández Miret y Arturo Vallejo en Diez problemas para el futuro (Conaculta). En el prólogo Maia confiesa su gusto por el futuro, "la ciencia ficción y también las ciencias naturales y sociales, la historia, la filosofia y otras disciplinas que permiten imaginar cómo van a ser las cosas". Así que ¿por qué no pedirle a especialistas que nos cuenten cómo se imaginan la vida en la tierra dentro de veinte o treinta años? La especulación (si no es inmobiliaria) siempre es buena. El medio ambiente, la ecología, el reto climático, el crecimiento de las ciudades, el transporte, cómo envejeceremos, la alimentación, la salud, la bioética e internet, son amplia y densamente discutidos en este volumen que dará para un rico intercambio entre niños y adultos.
5-Lo local
Seguramente hay muchas cosas en tu vida cotidiana que no has mirado con calma a la hora de plantearte un libro informativo. Cosas rutinarias, que están ahí desde hace muchos años, que han crecido contigo, o que te acompañan día a día. Mira a tu alrededor, seguro que hay algo con lo que haces "clic". Por ejemplo, en Argentina, los niños, cuando comienzan la escuela, llevan un cuaderno donde cuentan algo de su familia. Ese cuaderno es el que sirve de excusa al libro De familia en familia (ediciones Iamiqué) para contar muchas y diversas familias. José Nesus y Paula Szuster cuentan quince vidas en un libro que tiene un plus: quince ilustradores recrean cada una de estas familias, convirtiendo en conjunto en un coro de voces y de estéticas que reflejan bien la variedad que presentan. Aquí caben todos: tradicionales, modernos, padres solteros, hijos adoptados, familias mixtas y hasta esas donde los abuelos ejercen de padres. Un libro del que ya hemos hablado en estas páginas a propósito de un viaje por Argentina, y que siempre me resulta una delicia leer.
6- Dale una vuelta
Si, por el contrario, el tema que has elegido no es taaaaan original, ni crees que podrás hacer algo novedoso, concéntrate en los pequeños detalles que tendrá el libro. Pensemos en, por ejemplo, un libro de cocina. ¡De qué manera puedo darle una vuelta? A fin y al cabo, tiene que tener recetas, instrucciones, puede ir más o menos ilustrado, pero la esencia no cambiará mucho. No, la esencia, no, pero por ejemplo, en el libro Amarillo limón el sol. Manual para cocinar con niños (Editorial Periplo), la organización de las recetas es genial. Los bloques en que han organizado el libro son, básicamente, dos (excluyendo el prólogo y las interesantes primeras páginas con consejos): Ir de compras, y Las técnicas básicas. Por ejemplo en este último bloque las recetas se aglutinan en: Lavar, Medir, Pelar, Romper, Mezclar y batir, Amasar, Pisar, Armar, etc. En cada apartado hay tanto recetas saladas como dulces. Bueno y luego, las recetas son claras, el diseño es limpio y tiene unas preciosas ilustraciones de papel recortado de Johanna Wilhelm. ¡Una delicia!
7-Mira las tradiciones
Aunque ya se hayan perdido (o quizás por eso mismo). ¿Qué se ha hecho toda la vida? ¿Qué hacías tu de pequeño? ¿Hay algo que puedes contar, quizás, de otra manera? Es lo que ha hecho María Pascual en el libro ¿Sales a jugar? (Narval editores) eligiendo seis juegos infantiles tradicionales que, seguro, seguro, se conocen en todo el mundo: el escondite inglés, el pañuelo, sogatira, el balón prisionero, policías y ladrones, y el churro-va. Lo que tiene de novedoso es que nombra el juego, escribe un breve texto y la descripción del juego se lo deja a las ilustraciones que, en un hermoso formato apaisado muestra la secuencia del juego y lo que hacen los niños de este alocado grupo donde algunos hacen trampas, se impacientan, está el bebé que apenas se entera de mucho pero al que le cae de vez en cuando un balón en la cabeza, Los collages de María Pascual reflejan una infancia feliz, alejada del mundo de los adultos, inmersa en su vida lúdica y, lo que es mejor, llena de niños con personalidad con los que muchos lectores se van a identificar. El texto que abre cada juego se concentra en lo que pasa con los niños: lo que gritan, sus preferencias en cada juego, alguna idea para hacer más divertida (es decir, emocionante) la competición, y los trucos de cada uno. A diferencia de los libros de juegos llenos de instrucciones, este se concentra en las emociones mientras recuerda -y anima- a jugar a cosas sencillas que todavía pueden estar geniales para el patio del recreo o las vacaciones.
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