Muchas gracias, Ana, por tu carta. Siempre traes temas muy interesantes sobre los que reflexionar. Aparte de conocer nuevos autores y biografías.
No había pensado nunca que los niños o adolescentes pudieran leer literatura más compleja y lo que eso podría suponer hasta que conocí las tertulias dialógicas literarias en las que se lee literatura clásica. No solo lo hacen con niños, pero la experiencia de ellos con libros más complejos es parecida a la que relata Henrik Karlsson. Se aprende a hablar, a reflexionar y a dar nuevos significados a la lectura porque se hace de manera conjunta y, sobre todo, se pierde el miedo a enfrentarse a una literatura que parece que está sólo al alcance de los eruditos. ¿Puede que los niños no lean libros como Guerra y Paz porque ya sus padres no los leen, tampoco?
Muchas gracias, me has abierto nuevos temas para indagar.
Muchas gracias, Miriam, por comentar lo de las lecturas dialógicas, en efecto, es lo que hace Karlsson con su hija. Me encanta que ocurra en la familia y no como algo "organizado". Y, claro, ¿quién lee Guerra y paz hoy en día?---
Gracias Ana por esta carta, pone sobre la mesa cuestiones que me parece que ya vamos tarde en pensar y sumergirnos, para al fin ir más allá de los números fríos de cuántos libros lee tal población por año.
En una respuesta a un comentario decías que antes también había otras distracciones u opciones de entretenimiento pero creo que es importante tener en cuenta que ir en bicicleta no está diseñado para ser adictivo y mermar nuestra capacidad de concentración, nivel de atención, etc. como lo hacen (por decirlo simple) las "pantallas". Creo que aquí hay una intersección interesante y que tiene mucho que ver con lo que comentas de que cada vez se leen obras más breves.
En fin, gracias por sumar al run run de mi mente con este asunto... A ver si en algún momento saco algo en limpio.
Es verdad lo que dices, Luciana, pero también me acuerdo de que se hablaba de la televisión como algo adictivo y, bueno, cada familia encontraba la manera de racionar la dosis de televisión. Hoy en día, el problema lo veo en esos pequeños que todavía no saben andar y les dan el teléfono como si fuera un tranquilizante...
Hola que gusto de leerte, considero que justo en estos momentos donde la tecnología avanza tanto es importante que pensemos en qué y cómo se esta leyendo. Apenas inició mi maternidad con mi bebé de 9 meses, los libros para él no son muy accesibles y los que sí lo son tienden a ser didácticos o juguetes, mientras que las pocas bibliotecas que hay tienen un acervo reducido o están muy alejadas, conseguir algunos libros en fisico no siempre me es posible, pero le brindo a mi bebé cada lectura con entusiasmo, tiene ya sus libros preferidos y espero que los espacios para su lectura y su juicio para decidir vaya en crecimiento.
Muchas gracias por tu comentario, es cierto lo que dices. Te sugiero que vayas a Consejo Puebla de Lectura donde tienen una biblioteca increíble que seguramente va a acompañar el crecimiento de tu bebé. Un saludo!
Gracias por tu carta de hoy. Siempre disfruto leerte, hoy también y agradezco que hayas tocado un tema complejo. Coincido con Daniela, también trabajo en escuelas, y es bastante triste el ver que las niñas y niños no acceden a lecturas. Y coincido contigo respecto de la mediación, es la clave, creo que es lo que hace la diferencia. Yo me estoy formando como mediadora de lecturas, y, por ejemplo, mis hijos tuvieron ejemplos de hábitos lectores, pero así y todo no son lo lectores que quisiera.
Y en el ámbito escolar, al menos aquí en Argentina, provincia de Mendoza, creo que el tema es que las y los docentes en su gran mayoría no son lectores, o no son lectores ávidos de promover o compartir la lectura. También, entiendo que hay que tener en cuenta el complejo contexto social que vivimos hoy, donde las y los docentes están burocratizados, exigidos y mal pagos.
Por otro lado, quiero preguntarte, que opinas de la "Lectura Fácil", de método en sí, que entiendo comenzó en tu país.
Por último, amo leer a Michele Petit, que bonito lo que propones con ella.
Hola Analía, gracias por tu comentario... estoy completamente de acuerdo en que los mediadores tienen que tener gusto por la lectura, pero pienso que hay muchos tipos de mediadores: en mi entrada me llama la atención que muchos de ellos pertenecen al ámbito familiar.
Sobre la "lectura fácil" la verdad es que no tengo opinión pues no la conozco mucho, he visto algunos documentos (la mayoría para facilitar el acceso a documentos administrativos), pero no sé mucho más. Un saludo
¡Hola desde Argentina! Me ha gustado la nota porque resalta experiencias de grandes lectores, influenciados por sus familias y pertenecientes a otras épocas. Sin embargo, esos son testimonios de ideales que no son los que solemos encontrar en espacios escolares y a veces siquiera en nuestros propios hogares, en los hábitos de nuestros hijos, con bibliotecas inmensas y hábitos lectores a la vista.
La tecnología, el acceso al mundo virtual nos exige hoy ser más ingeniosos a la hora de crear ambientes de lectura y motivaciones, para que estudiantes e hijos lean libros porque la competencia que tenemos es inmensa. También es necesario conocer sus hábitos lectores y sus experiencias culturales: no dar por sentado ni que leerán lo que nosotros creemos que deben leer, como tampoco que no leen nada.
Como profesora mediadora y como madre mediadora tengo ideales muy grandes: que mis propuestas lleguen a provocar ese amor que relatan editores y escritoras citadas.
¡Gracias, Ana, por alentar siempre el intercambio de ideas y experiencias!
Tienes toda la razón y es una cuestión que muchas veces, al leer esas memorias lectoras, soy consciente: están escritas desde lectores que han hecho de la lectura su profesión, pero nunca me desanimo, sobre todo cuando encuentro estos testimonios en personas ajenas al mundo literario. Muchas gracias!
Trabajo en clubs de lectura en voz alta con niños de entre 7 a 12, diferentes grupos. Venimos leyendo álbum ilustrado (personalmente, me interesa también toda la información gráfica que estas personas pequeñas pueden recibir). No son lectores, a algunos incluso les cuesta la mecánica de leer, pero poco a poco vamos profundizando en los significados y van relacionando sus propias experiencias con lo que leemos y lo compartimos en un coloquio ( a veces no nos da para terminar el libro, pero no importa). Para el próximo curso quiero probar, durante unos 20 minutos de la sesión, de leerles yo alguna novela en voz alta, durante todo el curso ¿Me puedes sugerir algo? Muchas gracias por todas tus palabras. Saludos
Gracias Martha, qué bueno que vas a leerles en voz alta. ¿Has leído el libro de Daniel Pennac "Mal de escuela!? Hay cosas maravillosas que pasan con la lectura en voz alta.
Cuando me fui a vivir a Alemania un día fui a casa de unos amigos alemanes. El padre, cuando supo que me dedicaba a la literatura infantil me dijo enseguida que estaba leyendo en voz alta a su hija el libro Matilda de Roald Dahl. Yo le pregunté qué edad tenía su hija, y me dijo que... cuatro años. Creo que la lectura en voz alta tiene el poder de evitarnos ese esfuerzo de la mecánica para arrastrarnos a las historias. ¿Alguna sugerencia? Pues un libro que a tí te guste mucho, no importa si es para adultos. Santiago Alba Rico tiene un libro, "Leer con niños" donde cuenta cómo calmaba el llanto de su bebé leyéndole... La odisea. Así que si la lectura en voz alta tiene ese poder, yo aprovecharía para subir el nivel todo lo posible, como comento en esta entrada. Un abrazo!
Debate interesante, Ana. Mi aportación es en torno a cómo yo me enfrento a la atracción que siente muis hijos hacia las nuevas tecnologías, juegos y móvil. Me referiré a mi hijo de, ahora, 13 años. Intento poner a su alcance libros que pueden gustarle, ahora mismo le he cogido dos cómics en la biblioteca, uno de ellos bastante famoso, Lightfall (ya van por el tercer tomo). Intento no obligarle, solo recordarle, leer con èl... Seguimos leyendo juntos mucho álbumes ilustrados y poesia infantil y de tradición oral y lo disfrutamos. No se podría decir que mi hijo es lector, pero leemos juntos, disfrutamos y aprendemos. Intento que no se separe de la lectura del todo y qué compartamos ese ratito juntos tan especial, cerca de las palabras, de la intimidad, del arte...
Un saludo a todos y gracias por tus cartas, Ana, y por todos los comentarios.
Muchas gracias, Belén, por tu comentario sobre tu experiencia personal. Yo imagino que antes había también otras atracciones (salir a jugar a la calle, montar en bicicleta, no sé). Me llama la atención que digas que "le has cogido dos cómics en la biblioteca"... ¿qué elige él cuando va a la biblioteca?
Él prefiere que vaya yo a la biblioteca, en casa tenemos muchos libros y prefiere quedarse en casa haciendo otras cosas, pero las últimas veces que ha ido ha elegido manga.
Qué bien, creo que la posibilidad de elegir por uno mismo, sobre todo a esas edades, es importante. Ir a la biblioteca, mirar libros, encontrar algo inesperado es una de las mejores cosas para hacerse lector. Un saludo
Muchas gracias, Ana, por tu carta. Siempre traes temas muy interesantes sobre los que reflexionar. Aparte de conocer nuevos autores y biografías.
No había pensado nunca que los niños o adolescentes pudieran leer literatura más compleja y lo que eso podría suponer hasta que conocí las tertulias dialógicas literarias en las que se lee literatura clásica. No solo lo hacen con niños, pero la experiencia de ellos con libros más complejos es parecida a la que relata Henrik Karlsson. Se aprende a hablar, a reflexionar y a dar nuevos significados a la lectura porque se hace de manera conjunta y, sobre todo, se pierde el miedo a enfrentarse a una literatura que parece que está sólo al alcance de los eruditos. ¿Puede que los niños no lean libros como Guerra y Paz porque ya sus padres no los leen, tampoco?
Muchas gracias, me has abierto nuevos temas para indagar.
¡Un abrazo!
Muchas gracias, Miriam, por comentar lo de las lecturas dialógicas, en efecto, es lo que hace Karlsson con su hija. Me encanta que ocurra en la familia y no como algo "organizado". Y, claro, ¿quién lee Guerra y paz hoy en día?---
Un abrazo
Gracias Ana por esta carta, pone sobre la mesa cuestiones que me parece que ya vamos tarde en pensar y sumergirnos, para al fin ir más allá de los números fríos de cuántos libros lee tal población por año.
En una respuesta a un comentario decías que antes también había otras distracciones u opciones de entretenimiento pero creo que es importante tener en cuenta que ir en bicicleta no está diseñado para ser adictivo y mermar nuestra capacidad de concentración, nivel de atención, etc. como lo hacen (por decirlo simple) las "pantallas". Creo que aquí hay una intersección interesante y que tiene mucho que ver con lo que comentas de que cada vez se leen obras más breves.
En fin, gracias por sumar al run run de mi mente con este asunto... A ver si en algún momento saco algo en limpio.
Abrazo!
Es verdad lo que dices, Luciana, pero también me acuerdo de que se hablaba de la televisión como algo adictivo y, bueno, cada familia encontraba la manera de racionar la dosis de televisión. Hoy en día, el problema lo veo en esos pequeños que todavía no saben andar y les dan el teléfono como si fuera un tranquilizante...
Gracias por tu comentario.
Hola que gusto de leerte, considero que justo en estos momentos donde la tecnología avanza tanto es importante que pensemos en qué y cómo se esta leyendo. Apenas inició mi maternidad con mi bebé de 9 meses, los libros para él no son muy accesibles y los que sí lo son tienden a ser didácticos o juguetes, mientras que las pocas bibliotecas que hay tienen un acervo reducido o están muy alejadas, conseguir algunos libros en fisico no siempre me es posible, pero le brindo a mi bebé cada lectura con entusiasmo, tiene ya sus libros preferidos y espero que los espacios para su lectura y su juicio para decidir vaya en crecimiento.
Saludos cordiales desde Puebla, México.
Muchas gracias por tu comentario, es cierto lo que dices. Te sugiero que vayas a Consejo Puebla de Lectura donde tienen una biblioteca increíble que seguramente va a acompañar el crecimiento de tu bebé. Un saludo!
Gracias por tu carta de hoy. Siempre disfruto leerte, hoy también y agradezco que hayas tocado un tema complejo. Coincido con Daniela, también trabajo en escuelas, y es bastante triste el ver que las niñas y niños no acceden a lecturas. Y coincido contigo respecto de la mediación, es la clave, creo que es lo que hace la diferencia. Yo me estoy formando como mediadora de lecturas, y, por ejemplo, mis hijos tuvieron ejemplos de hábitos lectores, pero así y todo no son lo lectores que quisiera.
Y en el ámbito escolar, al menos aquí en Argentina, provincia de Mendoza, creo que el tema es que las y los docentes en su gran mayoría no son lectores, o no son lectores ávidos de promover o compartir la lectura. También, entiendo que hay que tener en cuenta el complejo contexto social que vivimos hoy, donde las y los docentes están burocratizados, exigidos y mal pagos.
Por otro lado, quiero preguntarte, que opinas de la "Lectura Fácil", de método en sí, que entiendo comenzó en tu país.
Por último, amo leer a Michele Petit, que bonito lo que propones con ella.
Muchísimas gracias!!
Hola Analía, gracias por tu comentario... estoy completamente de acuerdo en que los mediadores tienen que tener gusto por la lectura, pero pienso que hay muchos tipos de mediadores: en mi entrada me llama la atención que muchos de ellos pertenecen al ámbito familiar.
Sobre la "lectura fácil" la verdad es que no tengo opinión pues no la conozco mucho, he visto algunos documentos (la mayoría para facilitar el acceso a documentos administrativos), pero no sé mucho más. Un saludo
Me encanta todo lo que reflexionas y compartes. Los niños y niñas no son tontos, son niños y niñas
Pues sí, jajaja
¡Hola desde Argentina! Me ha gustado la nota porque resalta experiencias de grandes lectores, influenciados por sus familias y pertenecientes a otras épocas. Sin embargo, esos son testimonios de ideales que no son los que solemos encontrar en espacios escolares y a veces siquiera en nuestros propios hogares, en los hábitos de nuestros hijos, con bibliotecas inmensas y hábitos lectores a la vista.
La tecnología, el acceso al mundo virtual nos exige hoy ser más ingeniosos a la hora de crear ambientes de lectura y motivaciones, para que estudiantes e hijos lean libros porque la competencia que tenemos es inmensa. También es necesario conocer sus hábitos lectores y sus experiencias culturales: no dar por sentado ni que leerán lo que nosotros creemos que deben leer, como tampoco que no leen nada.
Como profesora mediadora y como madre mediadora tengo ideales muy grandes: que mis propuestas lleguen a provocar ese amor que relatan editores y escritoras citadas.
¡Gracias, Ana, por alentar siempre el intercambio de ideas y experiencias!
Tienes toda la razón y es una cuestión que muchas veces, al leer esas memorias lectoras, soy consciente: están escritas desde lectores que han hecho de la lectura su profesión, pero nunca me desanimo, sobre todo cuando encuentro estos testimonios en personas ajenas al mundo literario. Muchas gracias!
Trabajo en clubs de lectura en voz alta con niños de entre 7 a 12, diferentes grupos. Venimos leyendo álbum ilustrado (personalmente, me interesa también toda la información gráfica que estas personas pequeñas pueden recibir). No son lectores, a algunos incluso les cuesta la mecánica de leer, pero poco a poco vamos profundizando en los significados y van relacionando sus propias experiencias con lo que leemos y lo compartimos en un coloquio ( a veces no nos da para terminar el libro, pero no importa). Para el próximo curso quiero probar, durante unos 20 minutos de la sesión, de leerles yo alguna novela en voz alta, durante todo el curso ¿Me puedes sugerir algo? Muchas gracias por todas tus palabras. Saludos
Gracias Martha, qué bueno que vas a leerles en voz alta. ¿Has leído el libro de Daniel Pennac "Mal de escuela!? Hay cosas maravillosas que pasan con la lectura en voz alta.
Cuando me fui a vivir a Alemania un día fui a casa de unos amigos alemanes. El padre, cuando supo que me dedicaba a la literatura infantil me dijo enseguida que estaba leyendo en voz alta a su hija el libro Matilda de Roald Dahl. Yo le pregunté qué edad tenía su hija, y me dijo que... cuatro años. Creo que la lectura en voz alta tiene el poder de evitarnos ese esfuerzo de la mecánica para arrastrarnos a las historias. ¿Alguna sugerencia? Pues un libro que a tí te guste mucho, no importa si es para adultos. Santiago Alba Rico tiene un libro, "Leer con niños" donde cuenta cómo calmaba el llanto de su bebé leyéndole... La odisea. Así que si la lectura en voz alta tiene ese poder, yo aprovecharía para subir el nivel todo lo posible, como comento en esta entrada. Un abrazo!
Debate interesante, Ana. Mi aportación es en torno a cómo yo me enfrento a la atracción que siente muis hijos hacia las nuevas tecnologías, juegos y móvil. Me referiré a mi hijo de, ahora, 13 años. Intento poner a su alcance libros que pueden gustarle, ahora mismo le he cogido dos cómics en la biblioteca, uno de ellos bastante famoso, Lightfall (ya van por el tercer tomo). Intento no obligarle, solo recordarle, leer con èl... Seguimos leyendo juntos mucho álbumes ilustrados y poesia infantil y de tradición oral y lo disfrutamos. No se podría decir que mi hijo es lector, pero leemos juntos, disfrutamos y aprendemos. Intento que no se separe de la lectura del todo y qué compartamos ese ratito juntos tan especial, cerca de las palabras, de la intimidad, del arte...
Un saludo a todos y gracias por tus cartas, Ana, y por todos los comentarios.
Muchas gracias, Belén, por tu comentario sobre tu experiencia personal. Yo imagino que antes había también otras atracciones (salir a jugar a la calle, montar en bicicleta, no sé). Me llama la atención que digas que "le has cogido dos cómics en la biblioteca"... ¿qué elige él cuando va a la biblioteca?
Qué bueno que sigues leyendo con él. Un abrazo
Él prefiere que vaya yo a la biblioteca, en casa tenemos muchos libros y prefiere quedarse en casa haciendo otras cosas, pero las últimas veces que ha ido ha elegido manga.
Un abrazo.
Qué bien, creo que la posibilidad de elegir por uno mismo, sobre todo a esas edades, es importante. Ir a la biblioteca, mirar libros, encontrar algo inesperado es una de las mejores cosas para hacerse lector. Un saludo
Tienes toda la razón. A ver si en verano lo consigo
Un abrazo