Ana, me ha encantado encontrarte. Poco a poco iré leyendo todos tus post.
No podría estar más de acuerdo con Katherine (gracias por recomendarla). Soy mamá de dos chicos de 11 y 9 años, somos unschoolers (ellos nunca han pisado una escuela) y la lectura desde que eran bebés ha sido nuestra principal fuente de aprendizaje. Hasta la fecha les sigo leyendo en voz alta todos los días, ellos ya saben leer y también leen por su cuenta. Como bien se menciona, la familia es la cuna de lectores, y una como mamá es la principal fuente de ello, así que toca hacerse el propósito de crear ese hábito. Gracias a Dios a mi me encanta leer y hoy por hoy es la actividad que más disfrutamos, no solo por todo lo que se aprende de una buena lectura, sino que también es una hermosa manera de crear conexión con los chicos y pasar tiempo de calidad con ellos. Y se que cuando ellos sean grandes y relean los libros que yo les he leído, en su mente y su corazón estarán mi voz leyéndoselos 😅😊
Y si! También amamos los juegos de mesa y jugar y pasear al aire libre (acaso Katherine es unschooler también? 😅). Y como buenos unschoolers también se aburren, me encanta dejarlos que se aburran porque inmediatamente les surgen maravillosas ideas 💡
En casa solo papá y mamá tenemos móvil, y ellos saben que es por necesidad del trabajo más que por gusto. Les he dejado claro que ellos podrán comprarse su móvil cuando trabajen y/o realmente lo necesiten. Tampoco tienen iPad, solo tienen una laptop que usan para cosas muy puntuales como algunas clases o cursos online y no más de dos horas al día. Los fines de semana vemos alguna película en familia y ya. El año pasado les permitimos tener un videojuego en su laptop y no cumplimos el año con el porque fue horrible 😤 su atención, actitud y creatividad la vi seriamente afectada, así que lo platicamos y decidimos eliminar el videojuego por completo, y en solo una semana de haberlo dejado ya eran otra vez ellos, con toda su creatividad y entusiasmo que los caracteriza y volvieron a tomar los libros 📚.
Bueno, perdón por mi carta 🤣 gracias por leerme, un abrazo desde México.
Gracias por este escrito y por haberme presentado a Katherine Johnson, de quien seguiré ejemplo porque estoy convencida de que la vida como la llevamos no está funcionando. Una cosa es hacer un uso puntual de la tecnología como herramienta y otra muy diferente ser dependiente de ella, que si a nuestros hijos les damos estas herramientas desde tan temprano pues no desarrollarán las suyas propias. Si, la familia es la cuna de la lectura y eso también tenemos que nutrirlo, así como las conversaciones, estar, pensar, compartir.
Yo la verdad que no tengo un plan de lectura, pero has sembrado en mi esa semilla que dejaré crecer en mi. Saludos,
Ay, muchas gracias por tu comentario y me alegro que estés leyendo a Katherine, su plan, como habrás visto, no solo incluye lecturas sino juegos, libertad, imaginación, improvisación y hasta aburrimiento. Un saludo cariñoso
Gracias Ana por esta carta tan interesante y al resto de compañeras por sus comentarios y experiencias.
Las nuevas tecnologías están ahí y me ha parecido muy interesante lo de la crianza amable. En mi caso, tanto a mi marido como a mí, nos ha influido mucho la presión tecnológica, es decir, que todos tengan móvil o que en la pandemia los niños se relacionasen a través del ordenador o de los juegos en dispositivos digitales. Digamos que hemos sucumbido. No queremos que nuestro hijo "se aísle" y lo pase mal. Intento buscar el equilibrio. A mi hijo no le gusta leer, pero sí que le lean, por lo que ahí sigo. Como le gusta mucho el deporte, intentamos que lo practique lo máximo posible e intentamos que no abuse del móvil.
Intento que mis hijos tengan buenas experiencias con la lectura y no obligarles, como he intentado con casi todo.
En cuanto a mí, la lectura es mi pan de cada día, es como hacer mindfulness, como respirar, es pura vitamina. Mis hijos lo ven y lo saben y, de momento, con eso me conformo.
Sigo regalándole libros, aunque no les haga gracia, les sigo leyendo, les sigo hablando con pasión de libros, de las librerías que me apasionan...les hablo de mí y de mis deseos. Me ven escribir, leer, aprender...me ven feliz.
Y, como no me quiero ir del tema, resumiendo, intentamos buscar el equilibrio en la crianza y que su vida sea lo más completa posible.
Muchas gracias, Belén, el enemigo está en casa, jajaja. Parece que, de momento, nadie tiene ninguna fórmula para esto de mantener lectores en el tiempo. Y la llegada de las pantallas es relativamente reciente, así que seguramente aparecerán más trabajos contándonos qué pasa con todo ese tiempo frente a las pantallas. Un abrazo y felices lecturas este verano
Gracias Ana por ofrecernos artículos tan relevantes con los temas de lectura, todos entusiasman y desatan la ilusión y la desilusión. En la actualidad se tienen muchos frentes que atender, hay más requerimientos que debe conocer un mediador para que fructifique su trabajo. Pero es tanto el gusto y placer que despliega la lectura de libros en un lector, con esa inigualable suspensión del tiempo mientras se lee que surge el deseo de compartir con los otros esa alegría o esa reflexión o ese descubrimiento que se consigue lo que nos lleva a continuar e insistir en acercarse a ese “Otro” con una lectura y tocarle el hombro con un libro.
Como bien dices, Clemencia, hay muchos frentes para atender, uno de ellos es, también, la gran cantidad de libros que se publican (¿cómo seleccionar?¿Dónde encontrar esos libros que permitan lectores críticos?). Es cierto que la experiencia de la lectura es de lo más grata, pero las estadísticas dicen que esa experiencia tiene un declive a los nueve años ¿por qué? En fin, no sigo con las preguntas... Muchas gracias por tu comentario, todo suma.
¡Gracias Ana por motivar reflexiones y conversaciones!
Para afrontar textos complejos precisamos leerlos y ello requiere un acompañamiento sostenido mucho más allá de la infancia. Acompañamiento que exige tener a la mano siempre libros de los cuales echar mano, y ciertamente, creatividad para ofrecer situaciones de lectura que permitan acceder a ellos. Como abuela de tres (10, 5 y 3 años) puedo confirmar su fascinación e interés en la lectura de libros de ficción y no ficción y su disposición a leer en diferentes momentos y situaciones del día y de hacerlo de forma independiente y auto administrada o acompañada y pautada por la obra leída y el momento de lectura. Ciertamente les interesan las pantallas perno no más que salir al jardín a buscar caracoles o trepar árboles; no más que jugar un juego de mesa o conversar, ni las cambian por la compañía de otros niños para inventarse juegos y bailes, ni les impiden salir a participar de una caminata. Lo que más atesoran es la presencia de adultos atentos a los que recurrir para acompañar sus juegos, jugar con ellos, leer, ver juntos una película y a veces, también, a los cuales decir, ahora yo leo solo abuela, ahora yo juego sola abuela.
Ay, querida, ojalá todas las abuelas fueran como tu. A veces pienso que nuestros ejemplos como lectores profesionales que somos, distan mucho de la realidad de cada día, que tu bien conoces a través del Consejo de Lectura. Te mando un abrazo, gracias por comentar tu bonita experiencia.
Todo un tema crear el hábito de lectura, en nosotros (los adultos) y en los niños o en familia. En mi caso, aprovecho las horas de espera entre médico y médico ya que estoy en tratamiento oncológico. De alguna manera siempre me hice tiempo para leer, durante largos recorridos en auto como acompañante, por las noches antes de acostarme, o por las tardes en algún momento libre. Generalmente, uso los momentos en soledad, pero sería bueno leer estando en familia para que los niños aprendan con el ejemplo. Ellos constantemente nos ven con dispositivos electrónicos, por qué preferirían agarrar un libro? En casa hay libros por todos lados y siempre trato de ofrecer un momento de lectura, pero la tecnología atrae por ventaja.
Tomare nota de los libros que recomiendas, ,me resultan más que interesantes.
Hola Marcia, qué bueno que la lectura ocupa tu tiempo en las horas de espera (espero que mejores muchísimo). Es cierto que las pantallas ganan por goleada, igual que la comida rápida, la pereza y otras cosas que tratamos de controlar porque sabemos que, a la larga, no son tan interesantes. Gracias por tu comentario. Un abrazo grande
Muchísimas gracias Ana. Tu carta nonpuede estar más en sintonía con mis propias indagaciones de estos días. Sabes que soy docente y el tema del móvil ( celular acá) y la atención me tuvieron preocupada este año. No son capaces de escuchar un cuento completo. O no lo eran, al principio del año. Y trabajamos duro la primera mitad para lograrlo ( tienen 14 años). Volvemos de las vacaciones esta semana y otra vez. Les pregunto ¿cuántas horas usaron diario el movil?. 8- 6- 12, responden. Justo terminé de leer ¿ Cómo aprendemos? De Stanislas Dehaene. Que habla de la atención y de la importancia del sueño ( y otras cosas) justo. El sueño y las pantallas no se llevan ( " duermo 6- 8- 4 hs me dicen). Iré por los libros que recomiendas. Gracias Ana! Beso Pato
Así es, amigos narradores orales me cuentan que cada vez es más difícil el tema de la atención en los pequeños. Por cierto, Dehaene es citado en este libro. Un abrazo
Ana, me ha encantado encontrarte. Poco a poco iré leyendo todos tus post.
No podría estar más de acuerdo con Katherine (gracias por recomendarla). Soy mamá de dos chicos de 11 y 9 años, somos unschoolers (ellos nunca han pisado una escuela) y la lectura desde que eran bebés ha sido nuestra principal fuente de aprendizaje. Hasta la fecha les sigo leyendo en voz alta todos los días, ellos ya saben leer y también leen por su cuenta. Como bien se menciona, la familia es la cuna de lectores, y una como mamá es la principal fuente de ello, así que toca hacerse el propósito de crear ese hábito. Gracias a Dios a mi me encanta leer y hoy por hoy es la actividad que más disfrutamos, no solo por todo lo que se aprende de una buena lectura, sino que también es una hermosa manera de crear conexión con los chicos y pasar tiempo de calidad con ellos. Y se que cuando ellos sean grandes y relean los libros que yo les he leído, en su mente y su corazón estarán mi voz leyéndoselos 😅😊
Y si! También amamos los juegos de mesa y jugar y pasear al aire libre (acaso Katherine es unschooler también? 😅). Y como buenos unschoolers también se aburren, me encanta dejarlos que se aburran porque inmediatamente les surgen maravillosas ideas 💡
En casa solo papá y mamá tenemos móvil, y ellos saben que es por necesidad del trabajo más que por gusto. Les he dejado claro que ellos podrán comprarse su móvil cuando trabajen y/o realmente lo necesiten. Tampoco tienen iPad, solo tienen una laptop que usan para cosas muy puntuales como algunas clases o cursos online y no más de dos horas al día. Los fines de semana vemos alguna película en familia y ya. El año pasado les permitimos tener un videojuego en su laptop y no cumplimos el año con el porque fue horrible 😤 su atención, actitud y creatividad la vi seriamente afectada, así que lo platicamos y decidimos eliminar el videojuego por completo, y en solo una semana de haberlo dejado ya eran otra vez ellos, con toda su creatividad y entusiasmo que los caracteriza y volvieron a tomar los libros 📚.
Bueno, perdón por mi carta 🤣 gracias por leerme, un abrazo desde México.
ay, Fabiola, muchas gracias por tu comentario, seguro que a mucha gente le va a encantar (a mí me ha parecido estupenda tu experiencia). Un abrazo
Gracias por este escrito y por haberme presentado a Katherine Johnson, de quien seguiré ejemplo porque estoy convencida de que la vida como la llevamos no está funcionando. Una cosa es hacer un uso puntual de la tecnología como herramienta y otra muy diferente ser dependiente de ella, que si a nuestros hijos les damos estas herramientas desde tan temprano pues no desarrollarán las suyas propias. Si, la familia es la cuna de la lectura y eso también tenemos que nutrirlo, así como las conversaciones, estar, pensar, compartir.
Yo la verdad que no tengo un plan de lectura, pero has sembrado en mi esa semilla que dejaré crecer en mi. Saludos,
Ay, muchas gracias por tu comentario y me alegro que estés leyendo a Katherine, su plan, como habrás visto, no solo incluye lecturas sino juegos, libertad, imaginación, improvisación y hasta aburrimiento. Un saludo cariñoso
Gracias Ana por esta carta tan interesante y al resto de compañeras por sus comentarios y experiencias.
Las nuevas tecnologías están ahí y me ha parecido muy interesante lo de la crianza amable. En mi caso, tanto a mi marido como a mí, nos ha influido mucho la presión tecnológica, es decir, que todos tengan móvil o que en la pandemia los niños se relacionasen a través del ordenador o de los juegos en dispositivos digitales. Digamos que hemos sucumbido. No queremos que nuestro hijo "se aísle" y lo pase mal. Intento buscar el equilibrio. A mi hijo no le gusta leer, pero sí que le lean, por lo que ahí sigo. Como le gusta mucho el deporte, intentamos que lo practique lo máximo posible e intentamos que no abuse del móvil.
Intento que mis hijos tengan buenas experiencias con la lectura y no obligarles, como he intentado con casi todo.
En cuanto a mí, la lectura es mi pan de cada día, es como hacer mindfulness, como respirar, es pura vitamina. Mis hijos lo ven y lo saben y, de momento, con eso me conformo.
Sigo regalándole libros, aunque no les haga gracia, les sigo leyendo, les sigo hablando con pasión de libros, de las librerías que me apasionan...les hablo de mí y de mis deseos. Me ven escribir, leer, aprender...me ven feliz.
Y, como no me quiero ir del tema, resumiendo, intentamos buscar el equilibrio en la crianza y que su vida sea lo más completa posible.
Un abrazo lector y felices vacaciones
Muchas gracias, Belén, el enemigo está en casa, jajaja. Parece que, de momento, nadie tiene ninguna fórmula para esto de mantener lectores en el tiempo. Y la llegada de las pantallas es relativamente reciente, así que seguramente aparecerán más trabajos contándonos qué pasa con todo ese tiempo frente a las pantallas. Un abrazo y felices lecturas este verano
Gracias Ana por ofrecernos artículos tan relevantes con los temas de lectura, todos entusiasman y desatan la ilusión y la desilusión. En la actualidad se tienen muchos frentes que atender, hay más requerimientos que debe conocer un mediador para que fructifique su trabajo. Pero es tanto el gusto y placer que despliega la lectura de libros en un lector, con esa inigualable suspensión del tiempo mientras se lee que surge el deseo de compartir con los otros esa alegría o esa reflexión o ese descubrimiento que se consigue lo que nos lleva a continuar e insistir en acercarse a ese “Otro” con una lectura y tocarle el hombro con un libro.
Como bien dices, Clemencia, hay muchos frentes para atender, uno de ellos es, también, la gran cantidad de libros que se publican (¿cómo seleccionar?¿Dónde encontrar esos libros que permitan lectores críticos?). Es cierto que la experiencia de la lectura es de lo más grata, pero las estadísticas dicen que esa experiencia tiene un declive a los nueve años ¿por qué? En fin, no sigo con las preguntas... Muchas gracias por tu comentario, todo suma.
¡Gracias Ana por motivar reflexiones y conversaciones!
Para afrontar textos complejos precisamos leerlos y ello requiere un acompañamiento sostenido mucho más allá de la infancia. Acompañamiento que exige tener a la mano siempre libros de los cuales echar mano, y ciertamente, creatividad para ofrecer situaciones de lectura que permitan acceder a ellos. Como abuela de tres (10, 5 y 3 años) puedo confirmar su fascinación e interés en la lectura de libros de ficción y no ficción y su disposición a leer en diferentes momentos y situaciones del día y de hacerlo de forma independiente y auto administrada o acompañada y pautada por la obra leída y el momento de lectura. Ciertamente les interesan las pantallas perno no más que salir al jardín a buscar caracoles o trepar árboles; no más que jugar un juego de mesa o conversar, ni las cambian por la compañía de otros niños para inventarse juegos y bailes, ni les impiden salir a participar de una caminata. Lo que más atesoran es la presencia de adultos atentos a los que recurrir para acompañar sus juegos, jugar con ellos, leer, ver juntos una película y a veces, también, a los cuales decir, ahora yo leo solo abuela, ahora yo juego sola abuela.
Ay, querida, ojalá todas las abuelas fueran como tu. A veces pienso que nuestros ejemplos como lectores profesionales que somos, distan mucho de la realidad de cada día, que tu bien conoces a través del Consejo de Lectura. Te mando un abrazo, gracias por comentar tu bonita experiencia.
Hola, Ana!
Qué gratificante leerte!
Todo un tema crear el hábito de lectura, en nosotros (los adultos) y en los niños o en familia. En mi caso, aprovecho las horas de espera entre médico y médico ya que estoy en tratamiento oncológico. De alguna manera siempre me hice tiempo para leer, durante largos recorridos en auto como acompañante, por las noches antes de acostarme, o por las tardes en algún momento libre. Generalmente, uso los momentos en soledad, pero sería bueno leer estando en familia para que los niños aprendan con el ejemplo. Ellos constantemente nos ven con dispositivos electrónicos, por qué preferirían agarrar un libro? En casa hay libros por todos lados y siempre trato de ofrecer un momento de lectura, pero la tecnología atrae por ventaja.
Tomare nota de los libros que recomiendas, ,me resultan más que interesantes.
Saludos!
Hola Marcia, qué bueno que la lectura ocupa tu tiempo en las horas de espera (espero que mejores muchísimo). Es cierto que las pantallas ganan por goleada, igual que la comida rápida, la pereza y otras cosas que tratamos de controlar porque sabemos que, a la larga, no son tan interesantes. Gracias por tu comentario. Un abrazo grande
Muchísimas gracias Ana. Tu carta nonpuede estar más en sintonía con mis propias indagaciones de estos días. Sabes que soy docente y el tema del móvil ( celular acá) y la atención me tuvieron preocupada este año. No son capaces de escuchar un cuento completo. O no lo eran, al principio del año. Y trabajamos duro la primera mitad para lograrlo ( tienen 14 años). Volvemos de las vacaciones esta semana y otra vez. Les pregunto ¿cuántas horas usaron diario el movil?. 8- 6- 12, responden. Justo terminé de leer ¿ Cómo aprendemos? De Stanislas Dehaene. Que habla de la atención y de la importancia del sueño ( y otras cosas) justo. El sueño y las pantallas no se llevan ( " duermo 6- 8- 4 hs me dicen). Iré por los libros que recomiendas. Gracias Ana! Beso Pato
Así es, amigos narradores orales me cuentan que cada vez es más difícil el tema de la atención en los pequeños. Por cierto, Dehaene es citado en este libro. Un abrazo
Ay qué honor, Ana! Todavía no terminé el libro (pasó el covid por mi casa) pero coincido mucho con tus observaciones.
Tomo nota de tus recomendaciones porque parecen personalizadas :)
Abrazo y buen verano para ti también!
De honor, nada, que en esta comunidad vuestras lecturas me inspiran mucho!! Un abrazo y gracias mil