Gracias, Ana, por tus cartas. Siempre es gratificante leerlas. Comparto contigo una anécdota que quizás sirve como ejemplo de que las cosas están cambiando. Soy editora de ficción en el grupo Edebé. Hace poco tuvimos la suerte de compartir un encuentro muy especial con varios colegios debido a que éramos finalistas del Premi Atrapallibres en Catalunya. Allí pudimos comprobar que nuestra novela gráfica titulada LAS BRUJAS DE BROOKLYN (que finalmente ganó el premio en la modalidad de 10 años), a la que nosotros siempre habíamos visto como una lectura para niñas puesto que la protagonista es una niña, se había convertido también en uno de los libros favoritos de muchos lectores chicos. Fue una sorpresa muy gratificante. Quizás las cosas están ya cambiando, quizás estamos contribuyendo con nuestros libros a que estas cambien de alguna manera. Saludos
Gracias, Elena, por tu comentario, es muy iluminador, aunque tengo que decir que muchas veces la lectura es la escuela es, no sé si obligatoria, pero si un poco cautiva. Lo que me interesa es saber qué leen en el tiempo libre de verdad, sin nadie que les diga qué leer...
Hola Ana, siempre es un placer leer sus cartas, muchas gracias por compartir. Actualmente soy docente de kinder y he observado que los niños de primero y segundo se interesan más por la portada, textura o la historia según capte su interés cuando se les comparte la lectura, mientras que los de tercero comienzan ya a dividir los libros para niños o niñas según lo que ven en sus ilustraciones, sin embargo, puedo decir que varios niños muestran interés por cuentos clásicos que tienen a su alcance en ese medio, como Cenicienta, Caperucita o la Sirenita, sin importarles que las protagonistas sean mujeres, no dudo que en algún momento cambien su elección por decisión propia o por recomendación de alguien más, pero me parece que el permitirles explorar y encontrar sus propios gustos es de lo más valioso que puedo llegar a ver.
Gracias, me haces reflexionar sobre mi papel como mediadora, saludos cordiales.
Soy bibliotecaria en una biblioteca municipal, en concreto en la sala infantil, y aquí sí que se notan ciertas preferencias por unos y por otras. Los niños pequeños, de hasta 7 u 8 años, piden dinosaurios y coches y camiones, y las niñas se decantan por princesas y unicornios. Luego, sagas como Princesas Dragón o Anna Kadabra parecen que gustan por igual, pero a partir de los 10 o así otra vez noto diferencias: las chicas leen el Diario de Greg sin problemas, pero ellos no quieren leer el Diario de Nikki. Las chicas leen Heartstopper, pero los chicos no; en cambio la Terrible Adele gusta por igual.
Hay muchas veces que yo ofrezco libros y son los padres o las madres los que me dicen eso de: no, es que es un chico. Pero nunca me dicen que es para una chica. Parece que ellos tienen las lecturas más acotadas, en cambio, las chicas pueden leer de todo: misterio, aventuras, romance, etc. Además ellas piden sin vergüenza.
El protagonista masculino es el no marcado. De pequeña, yo me sentía identificada con Tom Sawyer ( no con Becky), con Mowgli o con Colmillo Blanco. También con Celia, Josephine March o Pippi. Es decir, con cualquier protagonista interesante, hombre, mujer, humano o no. No sé si a los varones les atraen las historias protagonizadas por chicas o las ven significadas o sesgadas y, por tanto, impopulares. A ver si alguno se anima a participar en esta encuesta...
Yo creo que nadie puede resistirse a Pippi porque no se busca la identificación masculino/femenino, sino lo que el personaje transmite a través de su modo de vivir y ver la vida. Conozco un padre que leía Alicia a su hijo y el niño estaba encantado. Luego el mercado, la sociedad y los adultos empiezan a segmentar...
Hola Ana, muchísimas gracias por esta carta, como siempre una mirada muy valiosa la tuya. Soy madre de 2 jóvenes varones y una joven mujer, y tu mirada me ha hecho reflexionar sobre las elecciones de lecturas que hice (sin saber del tema) cuando eran pequeños. Qué bueno que lo visibilices, ya que aún ahora, que me he enamorado de la mediación lectora y estoy formándome para ello, me has hecho darme cuenta de que sigo atravesada por esas lógicas subyacentes de literatura "para niños o para niñas". Tengo dos sobrinas y cada vez que elijo libros para regalarles lo hago desde ese paradigma. Y también he caido en cuenta que los libros de mi niña cuando era chica no fueron leídos por los hermanos menores, porque simplemente no se los ofrecí. Ahora estaré más atenta, ya que acuerdo que la cuestión de genero es una construcción cultural. Muchas gracias de nuevo por tu valiosa mirada, es un placer inmenso leerte. Saludos desde Mendoza, Argentina
Qué bonito lo que cuentas, Analia, cómo nuestros gustos se imponen en el trabajo de mediación. Creo que hay mucho de lo que comentas hoy en día y, bueno, está bien hacer la reflexión: no solo basta con elegir sino también con repartir. ¡Un saludo y muchas gracias!
Hola, Ana, hace poco pensaba en eso porque soy librera lij y antes trabajé en editoriales y aún hoy los adultos entran a la librería y piden: "nena de ocho, nene de diez" (no lee, aclaran). Entonces se llevan una novela de capítulos cortos protagonizada por una niña, para la niña, y, para el niño un informativo de párrafos cortos sobre datos curiosos de algún tema que le interese. No hay margen de error en el regalo. Cuando eligen los niños sucede casi lo mismo, salvo cuando son niños lectores y los traen especialmente para que elijan ficción. Y los varones eligen protagonistas masculinos a esa edad (preadolescencia). Noto que es como en la escuela, cuando son muy pequeños juegan todos juntos (da igual el género del protagonista de los libros, por lo general son animales); cuando entran en la preadolescencia se separan, los cumpleaños son nenes por un lado con sus gustos y nenas por otro. Y en la adolescencia se vuelven a juntar con bailes y fiestas juntos. Los jóvenes ya no buscan por género del protagonista, buscan que la historia sea entretenida, de aventuras, acción, romances, a veces tienen muchos protagonistas de todos los géneros y hasta se "enojan" si no hay representantes lgbt en la novela. Tanto los adultos que compran como los editores cuando encargan libros para esa edad "del medio" suelen pedir que los protagonistas sean de cierto género para que los chicos se sientan reflejados, identificados, representados. Estoy hablando de la mayoría de los casos; hay niñas en busca de libros del espacio o el cuerpo humano, y niños que adoran Los diarios de Pilar. También hay libros que todos eligen pero en menor medida y son los de grupos mixtos de amigos, pandillas, huérfanos, chicos a los que los une algo más allá del género. Recuerdo que cuando leí Mujercitas me identificaba con Meg, pero quería ser como Jo. :)
Margarita: qué comentario más extenso e interesante. Realmente lo de la lectura es un misterio pero influyen, cómo no, las modas, lo que los adultos recomiendan, las oportunidades de leer variado, y sus propios gustos. Me encanta lo que cuentas de tu lectura de Mujercitas. ¡Muchas gracias!
Ana, me encantan tus cartas! Gracias. Respondo a tus preguntas como madre de un varón, docente, mediadora. Los varones piden mayormente libros de acción y aventuras, pero no exclusivamente. Piden informativos (sobre todo: animales, dinosaurios, seres y personajes mitológicos). Mientras el libro que se les ofrezca trate temas universales y tenga universos de su interés, les da igual que la protagonista sea niña o niño. Mi hijo (10 años y medio) en este momento está leyendo una adaptación de Alicia, le gusta mucho Hilda, Mafalda, Enriqueta (Macanudo) y Amuleto. Ninguna de estas protagonistas son violentas, su fortaleza está en su espíritu. También ha visto incontables veces las películas Chihiro, Ponyo, Nausicaä, Totoro, todas protagonizadas por niñas y ninguna de ellas tira patadas ni mata. Una vez, una abuela me preguntó si el libro que le estaba dando para sus nietas era "para niñas". Recuerdo que hasta ese momento nunca había pensado que hubiera libros divididos por género. Esa división está dada mayormente por el mercado, autores que alimentan esa industria y adultos sin interés en la LIJ que compran ese tipo de textos. P.d.: me acuerdo que el día que compramos el primer Amuleto lo elegí yo y mi hijo me miró con desconfianza. Ahora tiene la colección completa. Y, por ejemplo, si bien ha mirando todas las películas de Harry Potter sus libros no le interesan.
Lauri, muchas gracias por tu comentario, desde lo particular se ven muy bien las aristas: los gustos propios, lo que el mercado incide en estos gustos, cómo la familia toma decisiones importantes. ¡Un saludo cariñoso!
Gracias, Ana, por tus cartas. Siempre es gratificante leerlas. Comparto contigo una anécdota que quizás sirve como ejemplo de que las cosas están cambiando. Soy editora de ficción en el grupo Edebé. Hace poco tuvimos la suerte de compartir un encuentro muy especial con varios colegios debido a que éramos finalistas del Premi Atrapallibres en Catalunya. Allí pudimos comprobar que nuestra novela gráfica titulada LAS BRUJAS DE BROOKLYN (que finalmente ganó el premio en la modalidad de 10 años), a la que nosotros siempre habíamos visto como una lectura para niñas puesto que la protagonista es una niña, se había convertido también en uno de los libros favoritos de muchos lectores chicos. Fue una sorpresa muy gratificante. Quizás las cosas están ya cambiando, quizás estamos contribuyendo con nuestros libros a que estas cambien de alguna manera. Saludos
Gracias, Elena, por tu comentario, es muy iluminador, aunque tengo que decir que muchas veces la lectura es la escuela es, no sé si obligatoria, pero si un poco cautiva. Lo que me interesa es saber qué leen en el tiempo libre de verdad, sin nadie que les diga qué leer...
Mucho por saber. Un saludo
Hola Ana, siempre es un placer leer sus cartas, muchas gracias por compartir. Actualmente soy docente de kinder y he observado que los niños de primero y segundo se interesan más por la portada, textura o la historia según capte su interés cuando se les comparte la lectura, mientras que los de tercero comienzan ya a dividir los libros para niños o niñas según lo que ven en sus ilustraciones, sin embargo, puedo decir que varios niños muestran interés por cuentos clásicos que tienen a su alcance en ese medio, como Cenicienta, Caperucita o la Sirenita, sin importarles que las protagonistas sean mujeres, no dudo que en algún momento cambien su elección por decisión propia o por recomendación de alguien más, pero me parece que el permitirles explorar y encontrar sus propios gustos es de lo más valioso que puedo llegar a ver.
Gracias, me haces reflexionar sobre mi papel como mediadora, saludos cordiales.
Gracias por tu comentario, muy interesante. Un saludo
Soy bibliotecaria en una biblioteca municipal, en concreto en la sala infantil, y aquí sí que se notan ciertas preferencias por unos y por otras. Los niños pequeños, de hasta 7 u 8 años, piden dinosaurios y coches y camiones, y las niñas se decantan por princesas y unicornios. Luego, sagas como Princesas Dragón o Anna Kadabra parecen que gustan por igual, pero a partir de los 10 o así otra vez noto diferencias: las chicas leen el Diario de Greg sin problemas, pero ellos no quieren leer el Diario de Nikki. Las chicas leen Heartstopper, pero los chicos no; en cambio la Terrible Adele gusta por igual.
Hay muchas veces que yo ofrezco libros y son los padres o las madres los que me dicen eso de: no, es que es un chico. Pero nunca me dicen que es para una chica. Parece que ellos tienen las lecturas más acotadas, en cambio, las chicas pueden leer de todo: misterio, aventuras, romance, etc. Además ellas piden sin vergüenza.
Así estamos todavía en pleno siglo XXI.
Un placer leerte, un saludo
Muchas gracias, Melke, muy esclarecedor lo que comentas: lo que eligen, lo que los padres deciden, etc. Un saludo
El protagonista masculino es el no marcado. De pequeña, yo me sentía identificada con Tom Sawyer ( no con Becky), con Mowgli o con Colmillo Blanco. También con Celia, Josephine March o Pippi. Es decir, con cualquier protagonista interesante, hombre, mujer, humano o no. No sé si a los varones les atraen las historias protagonizadas por chicas o las ven significadas o sesgadas y, por tanto, impopulares. A ver si alguno se anima a participar en esta encuesta...
Un abrazo, Ana.
Yo creo que nadie puede resistirse a Pippi porque no se busca la identificación masculino/femenino, sino lo que el personaje transmite a través de su modo de vivir y ver la vida. Conozco un padre que leía Alicia a su hijo y el niño estaba encantado. Luego el mercado, la sociedad y los adultos empiezan a segmentar...
Un abrazo!
Hola Ana, gran reflexión.
Gracias
Hola Ana, muchísimas gracias por esta carta, como siempre una mirada muy valiosa la tuya. Soy madre de 2 jóvenes varones y una joven mujer, y tu mirada me ha hecho reflexionar sobre las elecciones de lecturas que hice (sin saber del tema) cuando eran pequeños. Qué bueno que lo visibilices, ya que aún ahora, que me he enamorado de la mediación lectora y estoy formándome para ello, me has hecho darme cuenta de que sigo atravesada por esas lógicas subyacentes de literatura "para niños o para niñas". Tengo dos sobrinas y cada vez que elijo libros para regalarles lo hago desde ese paradigma. Y también he caido en cuenta que los libros de mi niña cuando era chica no fueron leídos por los hermanos menores, porque simplemente no se los ofrecí. Ahora estaré más atenta, ya que acuerdo que la cuestión de genero es una construcción cultural. Muchas gracias de nuevo por tu valiosa mirada, es un placer inmenso leerte. Saludos desde Mendoza, Argentina
Qué bonito lo que cuentas, Analia, cómo nuestros gustos se imponen en el trabajo de mediación. Creo que hay mucho de lo que comentas hoy en día y, bueno, está bien hacer la reflexión: no solo basta con elegir sino también con repartir. ¡Un saludo y muchas gracias!
Hola, Ana, hace poco pensaba en eso porque soy librera lij y antes trabajé en editoriales y aún hoy los adultos entran a la librería y piden: "nena de ocho, nene de diez" (no lee, aclaran). Entonces se llevan una novela de capítulos cortos protagonizada por una niña, para la niña, y, para el niño un informativo de párrafos cortos sobre datos curiosos de algún tema que le interese. No hay margen de error en el regalo. Cuando eligen los niños sucede casi lo mismo, salvo cuando son niños lectores y los traen especialmente para que elijan ficción. Y los varones eligen protagonistas masculinos a esa edad (preadolescencia). Noto que es como en la escuela, cuando son muy pequeños juegan todos juntos (da igual el género del protagonista de los libros, por lo general son animales); cuando entran en la preadolescencia se separan, los cumpleaños son nenes por un lado con sus gustos y nenas por otro. Y en la adolescencia se vuelven a juntar con bailes y fiestas juntos. Los jóvenes ya no buscan por género del protagonista, buscan que la historia sea entretenida, de aventuras, acción, romances, a veces tienen muchos protagonistas de todos los géneros y hasta se "enojan" si no hay representantes lgbt en la novela. Tanto los adultos que compran como los editores cuando encargan libros para esa edad "del medio" suelen pedir que los protagonistas sean de cierto género para que los chicos se sientan reflejados, identificados, representados. Estoy hablando de la mayoría de los casos; hay niñas en busca de libros del espacio o el cuerpo humano, y niños que adoran Los diarios de Pilar. También hay libros que todos eligen pero en menor medida y son los de grupos mixtos de amigos, pandillas, huérfanos, chicos a los que los une algo más allá del género. Recuerdo que cuando leí Mujercitas me identificaba con Meg, pero quería ser como Jo. :)
Gracias Ana por tus cartas, me encantan.
Margarita: qué comentario más extenso e interesante. Realmente lo de la lectura es un misterio pero influyen, cómo no, las modas, lo que los adultos recomiendan, las oportunidades de leer variado, y sus propios gustos. Me encanta lo que cuentas de tu lectura de Mujercitas. ¡Muchas gracias!
Ana, me encantan tus cartas! Gracias. Respondo a tus preguntas como madre de un varón, docente, mediadora. Los varones piden mayormente libros de acción y aventuras, pero no exclusivamente. Piden informativos (sobre todo: animales, dinosaurios, seres y personajes mitológicos). Mientras el libro que se les ofrezca trate temas universales y tenga universos de su interés, les da igual que la protagonista sea niña o niño. Mi hijo (10 años y medio) en este momento está leyendo una adaptación de Alicia, le gusta mucho Hilda, Mafalda, Enriqueta (Macanudo) y Amuleto. Ninguna de estas protagonistas son violentas, su fortaleza está en su espíritu. También ha visto incontables veces las películas Chihiro, Ponyo, Nausicaä, Totoro, todas protagonizadas por niñas y ninguna de ellas tira patadas ni mata. Una vez, una abuela me preguntó si el libro que le estaba dando para sus nietas era "para niñas". Recuerdo que hasta ese momento nunca había pensado que hubiera libros divididos por género. Esa división está dada mayormente por el mercado, autores que alimentan esa industria y adultos sin interés en la LIJ que compran ese tipo de textos. P.d.: me acuerdo que el día que compramos el primer Amuleto lo elegí yo y mi hijo me miró con desconfianza. Ahora tiene la colección completa. Y, por ejemplo, si bien ha mirando todas las películas de Harry Potter sus libros no le interesan.
Lauri, muchas gracias por tu comentario, desde lo particular se ven muy bien las aristas: los gustos propios, lo que el mercado incide en estos gustos, cómo la familia toma decisiones importantes. ¡Un saludo cariñoso!