Para mi trabajo de mujeres y lij estuve leyendo un interesante libro sobre el fenómeno de Mujercitas, el clásico de Louisa May Alcott que en los últimos tiempos parece haber resucitado con fuerza. No creo que escriba sobre este libro más de un párrafo, pero el volumen El legado de Mujercitas. Construcción de un clásico en disputa de Anne Boyd Rioux publicado por Ampersand es un fascinante y documentado caleidoscopio sobre la influencia de un libro en diferentes momentos de la historia social, cultural y literaria.
Pero a lo que voy.
Resulta que este libro tiene un capítulo titulado “Un libro para que las niñas lean en privado”: ¿los varones pueden leer Mujercitas? que no sólo me dejó pensando sino que activó un tema del que hablamos poco: el de las lecturas por género.
Cuando estuve investigando para mi libro Leer y saber. Los libros informativos para niños, encontré muchas referencias a artículos que hablaban de cómo la lectura de no ficción es preferida por los niños varones. Los editores saben bien que las mujeres leen más (ficción) que los hombres. En la última encuesta de 2021 casi el 70% de las mujeres entrevistadas afirmaron leer habitualmente, frente al 59% de los hombres.
Anne Boyd Rioux plantea en ese capítulo numerosas cuestiones interesantes a propósito del libro Mujercitas pero que podemos extender a otros libros. Por ejemplo: ¿a cuántos varones les gustaría leer un libro protagonizado por mujeres? Mientras las niñas leen libros con protagonistas varones (véase Harry Potter) parece que no a muchos varones les gusta ponerse en la piel de una niña. La feminización del sector educativo y bibliotecario parece que ha favorecido la recomendación de libros que gustan a las mujeres mediadoras, en detrimento de una atención a los gustos de los varones que, según la autora y en palabras de un director de biblioteca:
La razón principal por la que los mediadores de lectura en la biblioteca y en la escuela a menudo le dan tan poca importancia a lo que les gusta a los varones es porque la mayoría son mujeres y no comparten los gustos de los varones.
¿Cuáles serían estos gustos? La autora cita una investigación de Nicole Senn que concluye: el cerebro de los varones está programado para preferir las historias de acción y aventuras.
La división entre libros para niñas y libros para niños comenzó a mediados del siglo XIX con diferentes curvas de intensidad (de hecho, Mujercitas fue un encargo para niñas) que hemos visto nuevamente con libros como Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes que han tenido la contrapartida con Cuentos para niños que se atreven a ser diferentes. Parece que en Estados Unidos y Reino Unido los libros infantiles llevan, también, la etiqueta de si son para niños o niñas llegando el caso de que hubo una campaña llamada Let Books Be Books donde se llamaba la atención sobre la enorme diferencia de diseño y colores en los libros si eran destinados a uno u otro grupo.
La escritora Shannon Hale, autora de una serie titulada Academia de princesas se queja de que en muchas ocasiones no se invita a los varones a las presentaciones de sus libros porque tienen protagonistas chicas. Parece que si los varones se conmueven con libros protagonizados por niñas estarían mostrándose más débiles de lo que deberían ser, algo que en los trabajos feministas se lee de otra manera: el rechazo a los puntos de vista de las niñas y la empatía hacia las mujeres puede llevar a situaciones de abuso ya que a los hombres no les debe importar cómo se sienten las mujeres.
La autora de este libro pone de ejemplo Mujercitas como un libro donde las mujeres -que viajan y tienen aventuras- permitiría a los varones entender que la búsqueda del equilibrio entre el temor a ser vulnerables y la necesidad de amor, es una constante universal. Sin embargo, ya que he abierto este melón, a mí me gustaría proponer con esta carta una pequeña encuesta. Si eres mediador, bibliotecario/a, docente (si no, puedes reenviarla a quien te parezca que puede responder): ¿Piden los varones libros de aventuras y acción? ¿Piden informativos? ¿Qué pasa cuando les ofreces un libro con protagonistas niñas?
Como siempre, gracias por leerme.
El protagonista masculino es el no marcado. De pequeña, yo me sentía identificada con Tom Sawyer ( no con Becky), con Mowgli o con Colmillo Blanco. También con Celia, Josephine March o Pippi. Es decir, con cualquier protagonista interesante, hombre, mujer, humano o no. No sé si a los varones les atraen las historias protagonizadas por chicas o las ven significadas o sesgadas y, por tanto, impopulares. A ver si alguno se anima a participar en esta encuesta...
Un abrazo, Ana.
Hola Ana, muchísimas gracias por esta carta, como siempre una mirada muy valiosa la tuya. Soy madre de 2 jóvenes varones y una joven mujer, y tu mirada me ha hecho reflexionar sobre las elecciones de lecturas que hice (sin saber del tema) cuando eran pequeños. Qué bueno que lo visibilices, ya que aún ahora, que me he enamorado de la mediación lectora y estoy formándome para ello, me has hecho darme cuenta de que sigo atravesada por esas lógicas subyacentes de literatura "para niños o para niñas". Tengo dos sobrinas y cada vez que elijo libros para regalarles lo hago desde ese paradigma. Y también he caido en cuenta que los libros de mi niña cuando era chica no fueron leídos por los hermanos menores, porque simplemente no se los ofrecí. Ahora estaré más atenta, ya que acuerdo que la cuestión de genero es una construcción cultural. Muchas gracias de nuevo por tu valiosa mirada, es un placer inmenso leerte. Saludos desde Mendoza, Argentina