WOW

WOW

No he puesto más en el título de esta carta por temor a que no la abrieras…

Aunque recibes esto gracias a la tecnología, la verdad es que el sector editorial de literatura infantil es profundamente analógico. Ni siquiera la pandemia consiguió que estas editoriales pusieran sus catálogos en otros formatos que no fueran en papel. “Es lo que sabemos hacer” me dicen. En los últimos meses nos levantamos cada día con noticias que tienen que ver con la Inteligencia Artificial (IA), pero es un tema ausente en nuestras conversaciones.

Sin embargo, la editorial Zahorí, especializada en libros informativos, ha querido indagar en la IA para hacer el primer informativo como “un diálogo entre la inteligencia humana y la inteligencia artificial”, según indican en el colofón del libro WOW que hace un mes salió a la venta. 

Así que lo he leído con mucho interés, curiosidad y algunas dudas.

Para hacer este libro, el equipo de AI CARAMBA! ha trabajado los textos con ChatGPT y las imágenes con Midjourney. Me gusta mucho la idea de un libro de IA que repasa los logros de la mente humana a lo largo de la historia. Es una bonita conversación. El tema de la mente es tan amplio que les ha permitido incluir a pintoras, científicos, inventos, construcciones, gestos, actitudes, investigaciones, movimientos generacionales y hasta políticos.  El resultado son 55 “momentos estelares” que sin duda han sido elegidos por una mente humana. Le pregunté al ChatGPT por diez hitos de la mente humana y me devolvió resultados muy diferentes. Así que el índice y el diseño de este libro necesitan de alguien humano que tome decisiones (por ejemplo, la presencia de mujeres, algo que la IA no tiene necesariamente en cuenta).

El libro tiene un diseño, digamos, de carácter enciclopédico: cada tema se presenta en una página con una ilustración que ocupa dos tercios de la página y un texto abajo con el resumen. La imagen se puede mirar independientemente del texto pero no cuenta mucho, es una escena muy pictórica que nos recuerda a los cuadros antiguos de los museos: oscuros, con cierto hieratismo en los personajes que parecen posar para un retrato.

Los textos, aunque suelen resumir bien el hecho, tienen la tendencia a comenzar con definiciones que recuerdan los impersonales libros de texto: “El arte rupestre es el conjunto de dibujos, pinturas y grabados realizados sobre roca, generalmente en las pareces de cuevas y cavidades rocosas”; y finalizan con una condensación un tanto vaga sobre su influencia: “La fotografía revolucionó el mundo del arte y la ciencia y participó en procesos de experimentación e investigación”.

En la nota de prensa, las editoras nos cuentan que el trabajo de hacer este libro ha sido ingente: “sin la inteligencia humana habría sido un completo desastre, tanto en precisión histórica como de contenido, de estilo y de diseño”. Los textos iniciales fueron editados exhaustivamente por autores y editores. De las 5000 imágenes generadas por Midjourney se eligieron 55 en 600 horas de trabajo.

Todos los editores saben que es peor revisar un texto que hacer uno nuevo, así que imagino que el trabajo ha debido tener muchos momentos de frustración y, tal vez por eso, estos textos tienen un aire a los de Wikipedia y a esos libros de antes que combinaban la seriedad con la formalidad. Lo que la IA no hace, por ejemplo, es plantear preguntas, comenzar con una frase como esta: “La nada y el todo están siempre más cerca de lo que parece” (del libro Mil tomates y una rana, de Alex Nogués -abuenpaso-), divagar un poquito, pedirles a los lectores que observen antes de ofrecer la información, utilizar el humor o la ironía, dudar. Tampoco utiliza comparaciones ni metáforas como hace Berta Páramo cuando explica el caballo mecánico como “una bicicleta con patas” (Robotland -zahorí). Todo es afirmativo, importante. Lo que le falta es estilo, tener una voz. Es un libro que contrasta fuertemente con los informativos de hoy en día, que son como parques de atracciones donde estamos deseando mirar y leerlo todo. La IA tampoco parece contar toda la verdad: no dice que Virginia Woolf se suicidó, ni que Einstein fue el precursor de la bomba atómica, o que Tesla fue incomprendido, marginado y empobrecido en su época o, en fin, que Marie Curie murió de lo mismo que descubrió.

Definitivamente, la IA debería leer y hojear los libros informativos que se hacen hoy en día: el mundo en papel es infinitamente más creativo, sorprendente, personal, apasionado y divertido que el que nos ofrecen las máquinas. Sin embargo, este es un libro importante porque nos habla al mismo tiempo del pasado y del futuro. Tenemos que celebrar esta iniciativa que busca la experimentación y está hablando de lo mismo sobre lo que habla la sociedad cada mañana.

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Hasta el mes que viene, gracias por leerme.