Listamanía: El año de Gloria Fuertes
El año 2017 estuvo marcado por un gran acontecimiento cultural: se celebraron los 100 años del nacimiento de la poeta madrileña Gloria Fuertes. Fue tanto el ruido en las redes que muchos amigos de América Latina me escribían preguntado quién era. El ayuntamiento de Madrid se volcó en la celebración con una exposición, carteles con sus poemas por toda la ciudad, una plaza dedicada con su nombre, y hasta una felicitación navideña con su foto. Hubo revistas digitales que cada semana brindaban un poema de ella y ha sido tanta su presencia que escritores como Javier Marías lanzaron en su columna semanal la duda de que fuera "una grandísima poeta" confundiendo a mi modo de ver, la alegre celebración de un carismático personaje con su valoración literaria. Y es que ha sido mucho lo que se ha celebrado: el valor de una mujer que desarrolló su carrera en la triste postguerra española, haber sido la primera chica moderna que, en esa época, se atrevió a vestir pantalones y montar en bicicleta o poner de moda la corbata entre mujeres. Por no hablar de su lesbianismo en una España pobre y moralizante.
Los que conocimos -aunque fuera un poquito- a esta mujer que, durante las cabalgatas navideñas de los reyes magos se subía a un árbol para retransmitirlas, no podemos menos que sonreír y celebrar esta recuperación. Yo, como todos los que la conocieron, tengo mi propia anécdota.
Era el año 1990, y tenía una pequeñísima librería en Madrid. Gloria Fuertes ya era un personaje muy popular: sus libros infantiles se vendían por miles, sus apariciones en la televisión eran frecuentes y, aunque ella misma se había encorsetado en un personaje al que ponía voz cuando recitaba y escribía para niños, seguía cultivando su poesía para adultos. En un arranque de valor, la llamé para ver si aceptaba venir a firmar en mi caseta de la Feria del Libro del Retiro. En fin, yo era una jovencita ingenua y sin medios, y mi papá se había ofrecido a ir a buscarla, traerla al Retiro y volverla a llevar a su casa cuando finalizara. Esto le llenó de felicidad, ¡que un chofer la fuera a recoger a su casa!. Cuando llegó a la caseta, llevaba una botella en la mano y me dijo:
-Mira, esto de firmar es muy cansado. Tendré que hacer descansos de vez en cuando. Así que cuando te diga "niña ponme un té que voy a parar", me echas lo de la botella en un vasito.
Lo de la botella, era un whisky que racionó durante toda la tarde.
Se cuentan muchas anécdotas de ella. Una que me encanta, es cuando fue a dar una charla y se quejó de la soledad que la atrapaba. Al salir, una pareja de ancianos le dijo que, si quería, la adoptaban. Y lo hicieron.
Felicitación navideña del Ayuntamiento de Madrid
No es que, hasta la fecha, Gloria Fuertes hubiera vivido en el olvido, no. Cátedra tenía varias ediciones de sus poemas para adultos, Obras incompletas, Historia de Gloria; Susaeta publicaba de manera descuidada sus grandes éxitos para niños (y que este año ha aprovechado para desmejorarlos aún más con selecciones de dudosa estética) y, en el año 2002 la editorial Media Vaca hizo una preciosa antología de sus poemas de la guerra. Garra de la guerra juntaba por primera vez un montón de poemas que los albaceas guardaban en unas abultadas carpetas azules y los acompañaba con una estética inusual en sus libros: las ilustraciones de Sean Mackaoui.
Sean Mackaoui en Garra de la Guerra (Media Vaca)
Sin embargo, Gloria Fuertes ha estado de moda este año y las editoriales se han apresurado a hacer sus antologías. En esta breve nota me gustaría recomendar algunas de estas ediciones.
La editorial Kalandraka rescató con Poemas de la Oca Loca, 24 "cómo se dibuja", una serie pensada para la televisión donde una locutora leía el poema y el ilustrador Miguel Ángel Pacheco, con una mano enguantada de blanco, iba trazando el dibujo en vivo. Como dice el ilustrador en una nota al final del libro: Fue toda una experiencia en la que me dejé arrastrar por la vitalidad y enegía que a ella le caracterizaron siempre. Cómo se dibuja un señor, un cocodrilo, una jirafa, un paisaje... son todo un clásico en las escuelas infantiles.
La nueva edición (a la izquierda)
Esta editorial nos ha dado un regalo más: la reedición de cuatro libritos de Maurice Sendak traducidos por Gloria Fuertes. Una edición un poquito más grande que la original "minilibros" pero que se inscribe en el maravilloso proyecto de publicar a todo Sendak en español. En este link puedes ver los títulos aparecidos hasta la fecha. Ver juntos a Maurice Sendak y a Gloria Fuertes produce una especie de alegría: los burbujeantes versos junto a divertidas ilustraciones. El alfabeto de Lluvia de cocodrilos tiene como hilo a Coco, un travieso cocodrilo siempre dispuesto a disfrutar la vida. Con el libro de los números y el de los meses la traductora ha puesto en palabras muchas de las imágenes y cosas que pasan por las páginas, siempre con humor y sentido del ritmo. Y qué decir de Miguel, un cuento muy moral:
PRÓLOGO
Era un niño
muy raro
llamado Miguel,
que a todo decía:
¡Y a mí qué!
¡Y a mí qué!
¡No me importa!
¡La vida es corta!
La editorial Nórdica nos ha dado también dos, eran dos, los libros de Gloria. El hada acaramelada rescatada con nuevas ilustraciones de Rocío Martínez. Una selección de cuentos y canciones ilustrados de nuevo con una ilustración que juega a mezclarse con las palabras y ofrece un nuevo imaginario poético.
El otro libro es para adultos:Geografía humana y otros poemas, está ilustrado por Noemí Villamuza. Con un prólogo de Luis Antonio de Villena que intenta justificar la selección echando cenizas sobre su obra para niños (su tarea poética adulta (...) es la que literariamente más importa). Un poemario, sin embargo, selecto, que atraviesa su cronología y que va de los más largos de su primera época en los años 50 a los contenidos y breves de sus últimos años (EPITAFIO: Ya no toso).
Por último, y sin lugar a dudas, los grandes libros de la temporada han venido de una editorial que nos encanta: Blackie Books. Digamos que son los libros que de manera más amplia han celebrado el centenario, los más ambiciosos también y, desde luego, los más cuidados. De la mano de Jorge de Cascante, cuya admiración desde pequeño por Gloria Fuertes le ha llevado a convertirse en el mayor especialista, tuvimos un primer libro titulado con mucha justicia: El libro de Gloria Fuertes, Antología de poemas y vida. Más de 400 páginas con textos, fotos, documentos inéditos, cartas, manuscritos y una preciosa selección de textos biográficos escritos por el propio Jorge que sitúan a la poeta en su amplia realidad. En palabras del propio Jorge "quiero dar a conocer su poesía más oculta, más oscura, sin dejar de lado su faceta más luminosa". Es un volumen, además, bellamente editado, con tapas enteladas, un exquisito diseño y un cómic biográfico de Carmen Segovia que pone el broche final.
La vida es una hora
La vida es una hora,
apenas te da tiempo a amarlo todo,
a verlo todo.
La vida sabe a musgo,
sabe a poco la vida si no tienes
más manos en las manos que te dieron.
Al final escogemos un lugar peligroso
un pretil, una vía,
la punta de un puñal donde pasar la noche.
El enorme éxito de este libro (reimpresión en pocos meses) les llevó a plantearse hacer uno con su obra para niños. El libro de Gloria fuertes para niñas y niños (yo hubiera añadido "gran" por ese gusto que hay en la infancia por las cosas desmedidas y por los libros que prometen durar mucho), es una de las más completas antologías (la única, en verdad) que rescata poemas, textos, cartas y toda una serie titulada Historias de Gloria, donde Jorge de Cascante relata episodios que se pueden leer en voz alta y son maravillosos relatos para mostrar todo lo posible la singular figura de esta madrileña. Jorge ha incluido con mucho acierto cartas de los niños y toda una miscelánea curiosa y gozosa. Todo el libro destila una callada emoción, un gran cariño y admiración por parte de Jorge de Cascante queien recuerda que su primer libro firmado de niño era de Gloria Fuertes. Este volumen ha incorporado, además, las ilustraciones de Marta Altés, renovando de un golpe el imaginario asociado a su obra, modernizándolo por fin.
Un volumen que, sin duda, llevará al otro, o viceversa. Dos libros que celebran el trabajo de editores, diseñadores, compiladores y todos aquellos que ven en una idea un libro. No ha debido ser fácil, pero ahí están mostrando de manera generosa a una mujer que dijo que "un poeta triste es un triste poeta" . Ahora, cada vez que paso por una tienda que recicla muebles y tiene pintado en una pared: "Pienso mesa y digo silla", sonrío.