Listamanía: 6 libros para mediadores sobre lectura, lectores y literatura infantil
Tiffany Beucher
No se nace con el instinto de leer, como se nace con el de comer y beber. Se trata de una necesidad cultural que únicamente puede implantarse en la personalidad infantil. Esta es una de las muchas frases escritas por Gianni Rodari que he leído en los últimos meses. Ha sido un tiempo de variadas lecturas de formación, de lecturas para reflexionar y pensar, también para replantear ideas, y para recibir otras nuevas.
Tan importante como leer literatura infantil es acercarse a textos teóricos que refresquen ideas, nos contradigan y nos ayuden a valorar mejor la producción y difusión de libros para niños. Y aquí van seis libros que me han gustado.
Gianni Rodari Escuela de fantasía.(Blackie Books, traducción de Carlos Mayor). 188 págs.
Rodari es como una fuente con agua fresca que aparece durante una larga caminata. La selección de textos de este libro, subtitulado "Reflexiones sobre educación para profesores, padres y niños" fueron publicados en los años 70 y 80 dentro del movimiento de renovación pedagógica que él mismo encabezó. Es cierto que las compilaciones de artículos se encierran mal en la jaula que es un libro: hay repeticiones, textos que tal vez no pintan mucho y secciones donde tiene que entrar sí o sí determinado artículo aunque no vaya del todo con el contenido, pero Rodari es tan grande, tan fresco y refrescante, que no importa si leemos la misma idea en varios textos. En muchos aspectos sus teorías siguen siendo hoy frescas y modernas, sensatas y recomendables porque algunas cosas parecen no haber cambiado mucho. Tres bloques componen esta selección de 16 textos: Enseñar a aprender, Aprender a enseñar, e Imaginar. Tres pilares cuando se piensa en libros, en infancia y en educación. La educación no es algo que ocurre solamente en la escuela, sino en la familia y en la sociedad. Y en esas realidades, la pasión, el entusiasmo, mirar a la infancia, ofrecer libros de calidad y dejar volar la imaginación, son fundamentales para el escritor italiano. Como bien dice, nosotros somos los peldaños de la escalera por la que sube el niño. El mundo de ayer y de hoy, la necesidad de darles a los niños cosas "más grandes que ellos", su ya clásico "nueve formas de enseñar a los niños a odiar la lectura", lo que los adultos pueden aprender de los niños, y un largo y argumentado artículo donde habla a favor y en contra de los cuentos clásicos (más de actualidad no puede ser), conforman una pequeña parte de lo que contiene este libro. Un libro para subrayar y anotar, para inspirarse, para recargar argumentos que se nos deshilachan con el tiempo y para ser un libro de consulta en diferentes momentos de nuestra vida como mediadores. Termino con una frase que resuena en mis oídos a propósito de escribir para niños o, en el fondo, sobre las etiquetas en Literatura:
Escribir significa en primer lugar hacerlo para uno mismo, pero escribir para niños no es escribir para uno mismo. Implica, recurriendo a un símil musical, utilizar un instrumento en particular y no toda la orquesta. O emplear una clave y no todas
José Antonio Millán: Tengo tengo tengo. Los ritmos de la lengua. (Ariel) 294 págs.
Hay una idea maravillosa en este libro del divulgador de la lengua José Antonio Millán: la infancia ha recibido, transformado y conservado buena parte del folclore oral, del lenguaje lúdico, de los juegos verbales, y es capaz de apreciar el ritmo de la lengua e incorporarlo a su vida desde edad temprana. Con un discurso muy poco académico, lo que es de agradecer y una extensa documentación que no abruma, presenta las formas literarias y no tanto en las que los ritmos, las palabras y hasta los silencios se combinan para transformarse en expresiones cotidianas, juguetonas, poéticas y hasta incomprensibles. En las diez partes de este libro, cobijadas bajo distintos paraguas (el ritmo, lo que no se entiende, palabras que hacen cosas, campo de juegos, de otro continente, al unisono, el chorro de las palabras, grabar en la mente y por todos los rincones), Millán presenta numerosos ejemplos que se mueven con soltura por diferentes épocas y lugares, relacionándolos de manera sorprendente. Un libro inteligible, ameno, riguroso, no orientado a los especialistas que prefieren teorías y tecnicismos. Millán me parece el Oliver Sacks de la lingüística, larga vida a esta manera de acercarnos temas complejos. Y finalizo con una cita:
Los niños, tal parece, comienzan con sus canturreos y juegos absurdos desde muy tierna edad. Para ellos es natural disfrutar de la música de las palabras en creaciones espontáneas. Al margen de las interferencias de los mayores, los niños van construyendo su propio mundo oral, y se apresuran a hacer suyos, y a utilizar para sus propios fines, todo tipo de materiales que encuentran a su alrededor.
Angela Articoni: Su barba no era tan azul. (Benilde Ediciones) 177 págs.
Este es un estudio universitario muy ameno por cierto, que se abre con una declaración sociológica sobre la condición de la mujer oprimida y violentada a lo largo del tiempo. Este trampolín sobre el que la autora salta queda oscilando porque el salto es más interesante que la tabla sobre la que se apoya. Quiero decir que todo el libro muestra cómo Barba Azul y su última esposa es el relato de una mujer curiosa y transgresora que logra salir airosa de la trampa en la que se mete dando incluso muerte al malvado. Decía que el salto es más sugerente que sus teorías feministas a las que no puede dar mucha continuidad en su estudio pues ni siquiera elabora una tesis con ellas (el libro termina abruptamente con el capítulo dedicado a la inspiración que este cuento tuvo en el cine). Así que podemos decir que el libro trata sobre el cuento, sus variantes, sus inspiraciones y cómo ha marcado el imaginario europeo desde la primera versión escrita de Perrault. Del siglo XVI hasta el XX son muchos los que se han inspirado en este fascinante cuento que algunos incluso relacionan con personajes históricos reales. Uno de los capítulos más extensos donde la autora parece ser una experta es el dedicado a los libros ilustrados y donde habla de las versiones ilustradas de Gustavo Doré, Wlater Crane, Edmund Dulac, para pasar a contemporáneos como Chiara Carrer, Alessandra Cimatoribus y Maurizio Quarello. El libro se cierra con capítulos referidos a la literatura y el cine. Un libro muy interesante para todos aquellos que quieran estudiar la historia de la literatura para niños desde una perspectiva diferente y se animen a juntar todas las versiones existentes en la actualidad para darse cuenta de que hoy en día, las versiones para niños censuran más que las antiguas, dando a entender con ello una actitud más proteccionista de la infancia que la que hubo hace siglos. Maurizio Quarello, autor de una versión muy premiada nos pone el broche:
Tratándose de un libro para niños, obviamente, he tenido que hacer algunas imágenes menos explícitas, por ejemplo encuadrando solo las piernas de las mujeres asesinadas o evitando que se viera a la mujer en el momento en que Barba Azul levanta el cuchillo para matarla. Y también escogiendo el momento inmediatamente después de que maten a Barba Azul.
Karin Littau: Teorías de la lectura. Libros, cuerpos y bibliomanía. (Manantial. Traducción de Elena Marengo) 268 págs.
De todos los libros que recomiendo, quizás este es el que más me ha impactado. Ha sido también el que más tiempo he dedicado para leerlo porque es el más académico, histórico y con una teoría ambiciosa que se sostiene con mucha bibliografía. También es de los que más he disfrutado. La teoría de Littau es que una élite de críticos y especialistas en el siglo XIX condenó de manera clara y con enorme influencia hasta nuestros días, los libros que conmovían a los lectores. La investigadora habla durante todo el libro de las relaciones del cuerpo con la lectura, de cómo los lectores experimentan sensaciones físicas ante algunas lecturas, y cómo una élite que promovía el estudio de los textos más que las relaciones entre los lectores y esos textos, denostó esa manera de leer. Por decirlo de una manera sencilla: este es un libro sobre el sentimiento de los lectores y el sentido de la lectura. De la historia de la lectura desde la antigüedad pasa a las condiciones materiales de la lectura. En un capítulo muy jugoso sobre la fisiología de la lectura expone la diferencia de la lectura en voz alta en grupo a la lectura individual donde expresiones como "devorar" libros denotaba una lectura superficial en la que el cuerpo controlaba el intelecto. Este libro nos hace pensar mucho en lo poco que sabemos sobre las reacciones de los lectores infantiles -aunque no los estudie de manera directa- frente a sus lecturas. Jugosos son también los capítulos donde se analiza la representación de los lectores en la literatura y el papel de los afectos en la crítica literaria, así como su gran repaso sobre las teorías de recepción lectora. Finaliza con un acertado capítulo titulado Política sexual de la lectura donde indaga en las interpretaciones feministas, de raza o género para valorar los libros. Un estudio muy interesante para aquellos que se animen a entrar en un texto complejo, con muchas referencia y ramificaciones, pero inspirador para nuestro trabajo. Cierro con esta cita:
Decir que la literatura afecta y que la lectura es una experiencia afectiva no es lo mismo que decir que la literatura tiene determinados efectos sobre la conducta, que puede mover al lector a realizar determinadas acciones o persuadirlo. En el sentido más amplio, lo primero tiene que ver con el sentimiento y las reacciones físicas mientras que lo segundo tiene que ver con la persuasión y acción social: lo uno es un impulso hacia adentro, lo otro un impulso hacia afuera. Lo primero se despliega en el ámbito de las sensaciones privadas; lo segundo se manifiesta en acciones públicas.
Jella Lepman: Un puente de libros infantiles. (Creotz Ediciones. Traducción de Augusto Gely) 244 págs.
Muy poco se está hablando de esta reciente traducción de las memorias de Jella Lepman. Algunos saben de ella que fue la fundadora de la Biblioteca Internacional de Munich, pero poco más. En este libro, su desenfadada prosa muestra a una mujer de talento y de tesón que, en plena posguerra y tras su exilio en Reino Unido promueve la primera exposición internacional de libros infantiles para llevar a niños con el futuro roto, libros que les abrieran ventanas a otras culturas. Un libro lleno de anécdotas, de retos, de conversaciones donde el lugar de la mujer quedaba en la retaguardia de todo lo que ocurría durante aquellos años, que se lee como una novela de intriga y donde los lectores no tardan cinco minutos en identificarse con esta mujer que, no solo consiguió la exposición, sino la cesión de edificios para montar su biblioteca y fundar el IBBY. Publicado en 1964 en Alemania, este libro muestra cómo un ideal derriba las instituciones burocráticas más reacias y cómo una sola mujer, en medio de un mundo de generales y dirigentes políticos más preocupados por otras cuestiones, consigue convencer a todos para ofrecer a la maltrecha infancia libros con los que soñar nuevamente. Este volumen incluye la conferencia que José Ortega y Gasset dio en el congrego "Entendimiento internacional a través de los libros infantiles y juveniles" celebrado en Múnich en 1951. La cita es para Jella Lepman, uno de los tantos momentos que nos hacen sonreir:
El siglo XX es el de las encuestas, y nosotros también quisimos probar suerte. Planteamos preguntas muy diversas: "¿Crees que el libro infantil y juvenil puede unir a los pueblos?" "¿Cuáles son tus seis libros favoritos?" o "¿Qué obra extranjera te gustaría que fuera traducida?" Y he aquí algunas respuestas: "¿De qué nos sirve la exposición cuando una persona normal y corriente no puede comprar libros?"; "¡Por fin un intento de rescatarnos de nuestro casi bárbaro estado de analfabetismo!"; "Esta exposición es un oasis de paz y dicha en medio de una Europa que se desmorona"; "Pero ¿realmente creen ustedes que es posible detener el desmoronamiento?"
Gabriela Massuh: Nací para ser breve. María Elena Walsh. El arte, la pasión, la historia, el amor. (Sudamericana) 249 págs.
Este es un libro de "memorias habladas", como bien lo describe Walsh en un momento de la larga conversación que tiene con la escritora Gabriela Massuh y que fue recogida allá por los años ochenta, cuando Walsh convalecía de su enfermedad y Massuh la visitaba con regularidad. Esta larga conversación nos lleva a su tiempo de infancia, a su familia, a la situación política del país donde creció, a su estancia con Juan Ramón Jiménez, a sus primeros amores, al feminismo temprano, a los viajes, regresos, canciones, poemas, historias, inspiraciones, éxitos y agotamientos, declaraciones polémicas y lecturas. Para quienes gusten conocer de primera mano a un autor querido como ella, nada mejor que leer estas páginas como si estuviéramos escuchando tras una puerta. Además de cuestiones vitales, Walsh habla mucho de sus procesos de creación, de su idea de la infancia, de su exigencia como creadora y, esto es algo que repite Massuh, de su gran cultura. Es una pena que el libro no tenga doscientas páginas más, pues se lee de un tirón gracias sobre todo a la buena organización que le ha dado Massuh intercalando textos de la autora y sus propios comentarios que nos sitúan en la realidad del día a día de su relación. Termino con una cita:
Siempre me opuse a esa absurda mitología de la infancia feliz. No creo que ningún chico sea "feliz" tal como lo entendemos los adultos. El chico es un ser solitario que tiene una conciencia enorme de sus carencias e impotencias. Esa felicidad del mito de la infancia es siempre retrospectiva. Jamás en mi vida escuché a ningún chico afirmar "soy feliz" y, si alguna vez lo escuchaste, es el invento de un adulto. Creo que la única felicidad de los chicos radica en el juego y, dentro de ese contexto, el juego verbal y el musical son extremadamente importantes. Toda esa mitología de la edad de oro, de la pureza, la inocencia de la incorruptibilidad de los niños me ha parecido un invento teñido de mala fe del adulto que no se atreve a reconstruir en serio su propia infancia. El juego es como una isla en medio de la vida del chico: esa es la felicidad.