Cómo se "guardan" los libros: un pequeño homenaje
Según el diccionario del libro, una guarda es la hoja en blanco que el encuadernador pone antes y al final del libro. Como son dos, nos solemos referir a estas hojas como guardas, en plural. Muchas veces funcionan como una sujeción extra para que el libro sea más resistente pero en la historia del libro no tardaron en aparecer bellos papeles que enriquecían las ediciones. En los libros para niños ya nos hemos acostumbrado a abrir los libros y encontrar estas guardas que a veces son un guiño, a veces una decoración, a veces un principio (y final), y siempre una muestra de la creatividad. Se ha escrito poco sobre las guardas en los libros para niños (al final hay dos links a artículos). Desde aquí, queremos rendir un humilde homenaje a algunas guardas encontradas por la red...
Así es la dictadura, Mikel Casal, 2016
Efímera, Stéphane Sénégas, 2016
Adivina quién hace qué, Gerda Muller, 2001
Seis niños en Marte, Jaime Martí Lobo, 2011
El viaje de Max, David Gauthier, 2008
Cuentos de los hermanos Grimm, Laura Barrett, 2016
Cuentos desobedientes, Jairo Buitrago, 2012
Cuentos de Navidad para niños, Luis Bermejo, 1952
Y además:
Javiera Barrientos escribe en Fundación La Fuente: Librología: de guardas decorativas a guardas narrativas.
Y un estupendo artículo de Elena Consejo: Peritextos del siglo XXI. Las guardas en el discurso literario infantil.