El diccionario dice que “mortal” es algo perecedero, caduco y efímero, pero nada de eso se aplica a este libro al que deseamos larga vida. Larguísima.
¡Por fin un libro de Wonder Ponder que responde a las preguntas! Y, por si fuera poco, se ocupa de un asunto del que la ficción lleva apropiándose durante demasiado tiempo. Ya era hora de un libro que quiere hablar en serio sobre la muerte.
Siguiendo la estela de otros libros donde han participado niñas y niños como el genial Así es la vida de Tomi Ungerer (ahí responde a la pregunta: “¿Es interesante morirse?”) y muy cercano en cuanto a metodología a Cuéntamelo todo de Katharina von der Gathen y Anke Kuhl, en la obra que estamos comentando se han seleccionado 38 preguntas respondidas con calma, información y humor por Ellen Duthie y Anna Juan Cantavella, e ilustradas con su propia interpretación por Andrea Antinori.
En las guardas han tenido el detalle de incluir todas las preguntas recibidas: 38 fueron contestadas, pero muchas otras nos permiten ver la edad y las inquietudes de sus preguntas. Dos niñas de cinco años preguntan si tendrán juguetes en el mundo de los muertos o si se podrán mover estando muertos. Con siete, la imaginación va más allá: “¿Qué hacen en el infierno?”. Con ocho, una inquietud es si en el mundo de los muertos las personas tienen emociones (no sabemos si estaba pensando en librarse por fin del arduo programa escolar que gestiona las emociones). Con once, las preguntas son más urgentes: “¿Qué harías si fueses a morir en una hora?”. Y con trece, ya saben lo que es el nihilismo: “¿Por qué darle importancia a la muerte?”.
Mirando las guardas se ve que el trabajo de seleccionar unas sí y otras no, ha debido ser arduo y las 38 elegidas incluyen en muchos casos otras que preguntan algo relacionado.
Hay preguntas puramente filosóficas, otras humorísticas sin querer (“¿Cómo se divierte un muerto?…”), muchas de corte biológico, otras sociales, antropológicas, culturales, e incluso, por qué no, de carácter muy informativo (“¿Cómo se hacen las lápidas?”). Lo bueno es que todas las preguntas han sido tomadas en serio y se contestan con respuestas que incluyen anécdotas, curiosidades, datos y hechos, referencias históricas o religiosas y, cómo no, muchas, muchas nuevas preguntas.
Algunas que me han llamado la atención de los participantes:
Y si me muero, ¿qué será de mi consola?
¿Hay algún destino peor que la muerte?
¿Qué sentido tiene la vida si vamos a morir?
¿Por qué hay gente que se suicida?
¿Se puede pedir a alguien que no te mueras?
Bueno, la verdad es que las 38 preguntas son todo un reto para las autoras que no han dudado pedir ayuda a la bióloga Xaviera Torres y la psicóloga Montse Colilles Codina. Las respuestas toman muy en serio las preguntas, que es algo que se descuida con frecuencia (por falta de tiempo, por falta de información, por no saber qué decir, o por simple cansancio). En este caso sí que es está justificado usar este libro para una lectura conjunta. La prosa de las respuestas es dinámica, invita a la curiosidad, se abre a nuevas preguntas, se remite a otras preguntas y, sobre todo, a no dejar de pensar en el tema.
Un libro que llena un hueco enorme que muchos mediadores de lectura y familiares no sabían cómo llenar. Un libro que les durará varios años a los lectores, y completa un catálogo original y único como es el de Wonder Ponder. Idea para la faja: “Este libro es inmortal”.
El 19 de diciembre a las 19:30 (hora española) haremos un encuentro con las autoras, déjanos tu pregunta para ellas en los comentarios. El día 18 te llegará un link para sumarte a la conversación.
Hola, Ana, ¡maravilloso libro y maravilloso encuentro! Muchas gracias. Te confieso que también la pregunta de la consola es una de mis favoritas. Es tan "terra terra" como dirían en Italia. Y la respuesta lo es más. Me quedo con esas preguntas de vuelta. de las autoras ?¿Quién la cuidaría más? ¿A quién le cambiaría más la vida? ¡Fantástico!
Un abrazo grande,
Olga
Pregunta para las autoras: ¿de qué contexto eran los niños consultados? ¿Urbano, rural, de pequeñas aldeas...? Si de varios contextos, ¿qué proporción de cada uno?. ¿Cuántos niños y cuántas niñas? ¿Todos los niños ya habían tenido la experiencia de una muerte en su familia o su proximidad? (Está claro que, fuera del libro que ya atisbo excelente, me interesa la muestra sociológica con la que trabajaron).
Gracias.